Hernán Lacunza, ex ministro de Hacienda

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza buscó descalificar al postulante del Frente de Todos, Alberto Fernández al precisar que «No hay asociación entre el crédito y la fuga. El 90% de los desembolsos se usaron para pagar deuda, mayormente con acreedores privados. La deuda es consecuencia del déficit», aseguró el ministro en respuesta a Fernández, que había planteado que el 80% de los envíos del FMI se utilizaron para financiar la salida de capitales. Sin embargo, un estudio de Cifra reveló la mentira del escudero macrista.

En el debate de los candidatos a presidente de la Nación, el referente del Frente de Todos, Alberto Fernández, había dicho: “Cuando llegó al gobierno (Macri), la deuda externa era el 38% del PBI. Hoy es el 100 %. Eso fue lo que nos pasó».

Según Lacunza, “a fines de septiembre la deuda pública total era de USD 314.618 millones, un 68% en términos del PBI. De ese total USD 115.871 millones se distribuía intrasector público; USD 73.000 millones con organismos de crédito multilateral; y USD 126.000 millones con el sector privado. Estos dos últimos representan el 43% del PBI».

Lo cierto es que el minsitro miente. Según Cifra la asociación del endeudamiento y el rojo fiscal. La clave es que, de los US$112.076 millones que creció el stock de deuda pública entre diciembre de 2015 y junio de 2019, US$107.525 millones fue en moneda extranjera, y se concentró entre acreedores privados y organismos internacionales. Es decir que para financiar gastos en pesos se apeló a emisiones en moneda extranjera.

Según explicó el economista Estanislao Malic a BAE Negocios, «Como en todo régimen de acumulación basado en la valorización financiera, la deuda no se contrae para obras de infraestructura sino para garantizar las divisas que se requieren para la fuga de capitales y el pago de los intereses de la deuda. Ambas variables acumularon US$106.779 millones en el mismo período, el 99,3% del total».

El mecanismo, de acuerdo a Malic es el siguiente: «El Gobierno se endeuda en dólares y los vende al BCRA, que emite pesos, algo que podría hacer sin que le den las divisas porque no estamos en la convertibilidad. El Gobierno gasta esos pesos, el BCRA se da vuelta y vende los dólares para financiar la fuga de capitales».

La formación de activos externos, comúnmente llamada fuga, acumula alrededor de US$80.000 millones durante la actual gestión, y explica el grueso de los US$107.525 millones emitidos. «Más del 70% de la deuda que se tomó se destinó a fuga», aseguró Malic.

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