El peronismo insiste que existen riesgos de un «hackeo electoral»

El presidente del PJ bonaerense e intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, se reunirá con el senador nacional Carlos Caserío, jefe de la bancada justicialista, para exigir «elecciones limpias», por entender que «la transmisión electrónica del acta de escrutinio»podría dar lugar a un «hackeo electoral». Es por ello que los dirigentes peronistas reclaman que se mantenga el sistema tradicional de acta y telegrama en papel.

El encuentro será en el despacho del senador a las 10, y junto a Gray estarán el presidente del PJ Capital, Víctor Santa María; el apoderado del PJ, Jorge Landau; la senadora provincial bonaerense del FPV-PJ Teresa García y el diputado provincial bonaerense Carlos «Cuto» Moreno.

«Vamos a exigir una elección limpia, debido a las constantes intenciones por parte del oficialismo de cambiar las reglas de juego en materia electoral, a través del conteo provisorio digital llevado a cabo por la empresa SmartMatic, la Dirección General Electoral y el Correo Argentino«, dijo Gray.

La semana pasada Gray y los diputados nacionales del FpV-PJ dieron una conferencia de prensa y, a través de un comunicado, el PJ bonaerense destacó que el simulacro de escrutinio que se hizo hace 15 días en 3.000 escuelas de todo el país «falló por problemas de conectividad y demoras en las netbooks que se usarán durante las PASO del 11 de agosto».

«Además de las fallas, se comprobó que el escrutinio no fue más rápido que con el sistema tradicional, y el que quieren implementar ahora implica que el presidente de mesa ingrese al cuarto en el que se va a hacer la transmisión de datos del acta de escrutinio con la urna abierta, en lugar de tenerla cerrada», señaló Gray a esta agencia, al afirmar que ese punto debería tenerse en cuenta.

El PJ, como principal fuerza opositora, reclama desde hace más de un mes que «no se cambien las reglas de juego» para el acto eleccionario y llevó el pedido a la Justicia Electoral.

En esta oportunidad temen que pueda existir un «hackeo electoral» y por eso insisten en que el gobierno dé marcha atrás con los cambios.

El sistema utilizado hasta ahora implicaba que a las 18, cuando se cerraba la votación, las autoridades de mesa y los fiscales abrían las urnas y los sobres y comenzaban el recuento de votos en alguna de las aulas de la escuela.

Una vez terminado ese escrutinio provisorio se firmaban el acta, se cerraba la urna y enviaban el telegrama, quedándole una copia de ese recuento a las autoridades de mesa y los fiscales que habían participado.