Por Maximiliano Borches

Una vez más, la Revista «Noticias» perteneciente a la Editorial Perfil, cuyo propietario es Jorge Fontevecchia, se convirtió en el mascarón de proa de la campaña sucia, que a partir de hoy y hasta el próximo 26 de octubre (un día antes de las elecciones generales), atravesará la vida poítica nacional. En sintonía con la conformación de la fórmula oficialista, Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto, la última edición del semanario derrama su misógino desprecio por Cristina Fernández de Kirchner, dos veces presidenta, actual senadora nacional, y precandidata a Vicepresidenta en la fórmula que comparte con Alberto Fernández, en el «Frente de Todos». Con la totalidad de encuestas que dan cuenta de la gran posibilidad de triunfo del «Frente de Todos» en primera vuelta, la Editorial Perfil vuelve a desestimar el noble oficio periodístico y lo convierte en plataforma de operaciones políticas. En sintonía con la conformación de la fórmula oficialista, Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto, la última edición del semanario derrama su misógino desprecio por Cristina Fernández de Kirchner, dos veces presidenta, actual senadora nacional, y precandidata a Vicepresidenta en la fórmula que comparte con Alberto Fernández, en el «Frente de Todos». Con la totalidad de encuestas que dan cuenta de la gran posibilidad de triunfo del «Frente de Todos» en primera vuelta, la Editorial Perfil vuelve a desestimar el noble oficio periodístico y lo convierte en plataforma de operaciones políticas. 

En su cada vez más creciente desesperación por ganar las elecciones, y aplicar la tercera etapa del feroz ajuste, que en esta oportunidad apunta a la consolidación de la Reforma Previsional, destruyendo el sistema de capitalización de jubilaciones, para volver al esquema privatista de las AFJP, que en los ´90 beneficiarion sólo a un grupo de empresarios -entre ellos al Grupo Clarín-, y con el horizonte de la Reforma Laboral en vista, para retrotraer los derechos conquistados por los trabajadores desde el año 1943 a esta parte (aguinaldo, vacaciones pagas, obra social, derecho al esparcimiento, legitimación de las condiciones dignas de trabajo, etc.), el gobierno de coalición PRO-UCR-ARI-Pichetto, en la alianza Cambiemos (ahora denominada «Juntos por el Cambio»), está dispuesto a todo.

En este sentido, ya lanzaron su campaña sucia a través del fenomenal mecanismo mediático/político/judicial. Ese mismo mecanismo que les permitió ganar las elecciones en 2015, pero que esta vez será mucho más feroz, debido no sólo a la evolución tecnológica que les permite introducir en celulares y aplicaciones utilizadas por millones de argentinos, sus virus de odio, dudas y desprestigio de la oposición; sino básicamente ante la posibiliad real que tienen de perder las elecciones PASO del próximo 11 de agosto, y en primera vuelta, las generales del 27 de octubre.

La batalla por la capatación del «sentido», llevada a cabo por la alianza Cambiemos en todos sus acciones que pretenden colonizar la subjetividad de las mayorias populares, se choca de frente con una realidad de miseria, habre, desocupación, exclusión y desiguladad creciente

El escenario donde el oficialismo ya comenzó a desplegar sus tácticas de combate político, enfrentará -como en dos planos simultáneos- la «virtualidad» que derraman a través de medios hegemónicos de comunicación, aplicaciones y redes sociales, contra la «Realidad» dura de todos los días.

En esta línea, se resignifica aquel análisis de Juan Domingo Perón, que decía: «Se puede decir una mentira, pero no hacer una». 

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