En un escueto discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el presidente argentino, Mauricio Macri admitió dificultades económicas que atraviesa el país pero ratificó el rumbo económico.

«Nuestro país está transitando un período de cambios profundos. Decidimos atravesarlo con la humildad para aceptar las dificultades y con la convicción de hacer los esfuerzos correctos. Sé que el esfuerzo es grande y quiero agradecerle a cada argentino por eso», comenzó el mandatario.

Advirtió que «no sería fácil» lograr sus objetivos porque se está «cambiando sin tomar atajos ni comprometer el futuro», dijo sin ponerse colorado y luego de haber endeudado al país en más de á150 mil millones de dólares.

Además, aseguró que: «Estamos construyendo consensos para un desarrollo equitativo y sostenible».

Luego, a poco de haber comenzado giró dramáticamente el eje de su exposición y se enfocó en temas que nada tienen que ver con las «tormentas»· que atraviesa la Argentina, se abocó a la crisis venezolana y al terrorismo internacional.

Expresó su preocupación «por la situación de los Derechos Humanos» y adelantó que la Argentina «llevará a la Corte Penal Internacional la situación relativa a los crímenes de lesa humanidad de la dictadura venezolana».

En ese sentido le pidió a su par, Nicolás Maduro que «reconozca la crisis humanitaria, para así poder desplegar la cooperación internacional que atienda las fuertes carencias sanitarias y alimentarias de los desplazados».

«Somos parte de una respuesta regional y amplia que busca mitigar las dificultades de millones de venezolanos tras el éxodo de su país, recibiéndolos e integrándolos en la sociedad. La Argentina ya ha recibido a ciento treinta mil venezolanos», completó.

Luego, abordó la problemática del terrorismo internacional y livianamente recordó los ataques a la embajada de Israel y a la mutual AMIA, en 1992 y 1994, respectivamente. Sobre esto, aseguró: «Nuestro país no cesará en su objetivo: lograr que todas las personas involucradas en los ataques se presenten ante tribunales argentinos, sean interrogadas y, eventualmente, condenadas».

En esa linea  e pidió a la República Islámica de Irán que «coopere con las autoridades judiciales argentinas para avanzar en la investigación del ataque terrorista más brutal» que sufrió la Argentina y solicitó que «nos acompañen evitando recibir o cobijar bajo inmunidad diplomática a cualquiera de los imputados, respecto de los cuales pesan solicitudes de captura internacional y se han emitido cédulas rojas de Interpol».

Sin solución de continuidad volvió a girar el eje de su discurso y se metió en el tema Malvinas: «Quiero reafirmar una vez más los legítimos e imprescriptibles derechos soberanos de la Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y espacios marítimos circundantes». Eligió la vía hiperdiplomática al afirmar el «compromiso» del gobierno «con esta nueva fase en la relación con el Reino Unido, basada en la construcción de confianza mutua y en el diálogo amplio y positivo».

Remarcó que su gobierno mantiene «un firme compromiso con el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible» porque son «pilares de la política de nuestro gobierno en materia de erradicación de la pobreza, cambio climático e igualdad de género».

«En 2019 seremos sede de la Conferencia de Alto Nivel sobre la Cooperación Sur-Sur. Y nos vamos a preparar para presidir, en el 2020, la Conferencia de Examen del TNP, reafirmando nuestro compromiso histórico con la no proliferación y el desarme nuclear», agregó.

Finalmente, se mostró eufórico con la realización de la próxima cumbre del G20 que preside la Argentina: «Los resultados que se están logrando invitan al entusiasmo. En todos los grupos de trabajo y en cada encuentro ministerial está prevaleciendo el compromiso colectivo, como durante la reunión de Ministros de Comercio, donde quedó expresada la vocación de revitalizar el sistema comercial multilateral».

«El lema de esta Asamblea pone el acento en el liderazgo y en las responsabilidades compartidas para lograr sociedades pacíficas equitativas y sostenibles. Los argentinos estamos comprometidos a cumplir con nuestra parte para hacerlas realidad», finalizó.

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