Beatriz es la encargada de un importante local de Cariló, el lugar top de la costa atlántica elegido por turistas de alto poder adquisitivo. Desde hace cinco años, este negocio de productos de marroquinería y calzados ofrece diseños “100 por ciento cuero”. Por la caída del consumo y la actual crisis económica, buscan remontar el desplome de ventas en plena temporada. Y lo hicieron con un peculiar iniciativa para atraer al público: “Todo al costo. #Macrisis”, reza el cartel colocado en la vidriera con el hashtag que se viraliza en las redes sociales para graficar el actual modelo económico de Cambiemos.

“Decidimos poner el cartel hace dos semanas, tenemos que rebajar y poner ofertas. La gente gasta menos y se cuida más. Hay una crisis pero muy pocos se hacen cargo. Así surgió la idea del cartel para llamar la atención y ver si se pueden levantar las ventas”, apuntó en diálogo con Diario Pulse.

El negocio está ubicado en Avellano y Divisadero y además son fabricantes. Colecciones de zapatos, carteras, mochilas y los últimos accesorios son algunos de los productos de este emprendimiento. “Estamos en una crisis, nos tenemos que hacer cargo de que estamos mal. No se consume”, aseguró sobre el comportamiento de los turistas en esta temporada. “Buscan promociones, descuentos, mucho 2×1 pero apenas cubrimos los gastos“, agregó.

El local, ubicado en uno de los principales centros comerciales del exclusivo Carlió

“La primera quincena fue desastrosa. El clima ayuda porque los días de lluvia uno trabajo corrido, pero en el arranque llovió todo y sin embargo hubo días muertos. Esa es la crisis que hay”, explicó la encargada del local tras señalar que “ahora levantó un poquito”.

El cartel de fondo rojo y letras blancas en la vidriera no pasa desapercibido en el centro comercial de Cariló. “Muchos se lo toman con humor, se sacan fotos y nos alientan. Otros protestan al decir que esto es Cariló. Yo soy empleada y me tienen que pagar el sueldo. ¿O me los va a pagar ellos? Hay emociones encontradas. Si no vendemos, hay pérdida de trabajo para muchas personas. Y eso es lo que está pasando”.

Los pronósticos para este año son desalentadores. El promedio de proyecciones elaboradas por consultoras y bancos prevén otro año con caída en las ventas y de consumo familiar.

Con una inflación minorista que rozó el 48% y una mayorista del 73,5%, la retracción del salario real se refleja en el comercio. A la demanda pinchada hay que sumarle el incremento de las tarifas de luz, gas y agua. La ecuación enciende alertas. Cerró un 15% de los locales en Mar del Plata y en la Ciudad de Buenos Aires creció un 57% la cantidad de locales comerciales vacíos. El ingenio popular le puso nombre al modelo de Cambiemos: #Macrisis

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