Para evitar despidos ante la fuerte caída del mercado interno, la automotriz estadounidense General Motors y la conducción de Smata Rosario acordaron un esquema de suspensiones en la planta de General Alvear, que afecta a 1.500 operarios. Fuentes del gobierno de Santa Fe y del sector automotriz informaron que se acordó la suspensión de tareas durante siete días al mes, hasta diciembre próximo. Los 1.500 trabajadores directos cobrarán esos días el 80 por ciento del sueldo de bolsillo.

En tanto, en la planta de motos Guerrero, ubicada en la localidad de San Lorenzo, se redujeron las horas de trabajo, y los empleados cobrarán, por las horas no trabajadas, el 75 por ciento del monto correspondiente. «Se trabaja sobre la base de que no haya despidos de ningún modo y en lo posible, tampoco suspensiones. En este caso, fue un acuerdo privado pero la provincia los monitorea en forma permanente», señalaron desde el Ejecutivo santafesino.

En este escenario de crisis general, en la provincia de Córdoba, las terminales Renault e Iveco pusieron en marcha hace unos días cronogramas de suspensiones de trabajadores durante agosto, ante la fuerte caída de ventas de automóviles y camiones. Por otra parte, los industriales carroceros rosarinos informaron que el lunes próximo se reunirán en Buenos Aires con autoridades del gobierno, en un intento de obtener asistencia para enfrentar la parálisis que padecen como consecuencia de la crisis del transporte de media y larga distancia.

Hace una semana los carroceros del Gran Rosario, que conforman el principal polo de producción del país, se reunieron en la sede local de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para denunciar que trabajaban al 20 por ciento de su capacidad y que hay 3.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, en peligro.

Tras reunirse con el ministro de Trabajo provincial y con la titular de la cartera de Producción, la semana próxima llevarán su planteo a la cartera productiva nacional.

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