Al igual que sucede en la mayoría de los rubros industriales, el textil sufre los embates de las políticas económicas del gobierno macrista. La importación ha roto todo el tejido productivo y las firmas ya no pueden competir. Así quedó demostrado tras el cierre de Extreme Gear de Esteban Echeverría. La planta que confeccionaba zapatillas para la multinacional Adidas dejó en la calle a los trabajadores que todavía formaban parte de la empresa. El presidente, Emanuel Fernández, lamentó tener que abandonar la producción y alertó que las compañías “importan los productos terminados”.

Los trabajadores finalizaron ayer su turno y se retiraron con la certeza de que no podrán volver a la planta. “La verdad que los trabajadores no estaban tranquilos, estaban tristes, porque saben que no van a poder conseguir en otro lugar”, afirmó Fernández, quien contó que fueron a una audiencia al Ministerio de Trabajo, pero que no tuvieron una respuesta a su reclamo.

La firma Extreme Gear se fue desguazando en etapas. Primero echaron a algunos trabajadores por la merma en el consumo, luego echaron a más de 500 empleados hace dos mes y ahora cerraron la planta con el despido de los restantes 47 obreros.

“Para mí es muy triste, porque nosotros invertimos más de 15 millones de dólares”, explicó el empresario. La planta había sido instalada en 2011 cuando se redujo la posibilidad de importar y las empresas estuvieron obligadas a fabricar en la Argentina.

Fernández explicó que en noviembre pasado debió cerrar una planta que tenía en Lanús, donde fabricaba la suela de zapatillas para running. En total fueron 120 los despedidos en aquella fábrica de la zona sur del Conurbano.

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