La presidenta del Senado, Gabriela Michetti, fue captada durante el debate por la legalización del aborto por un micrófono abierto en el momento en que insultaba al jefe del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, y cuando festejaba por el triunfo del «No».

«Es un pelotudo, que no rompa las pelotas», se escuchó decir a la Vicepresidenta primero, luego de una discusión con Naidenoff, quien le cuestionó que a algunos senadores se les pedía terminar su discurso y a otros no.

Naidenoff le indicó a Michetti que se había «definido en la reunión de Labor Parlamentaria» respetar los límites de tiempo pero sin ser demasiado restrictivos, en un intento por defender a su compañera de bloque Pamela Verasay, que había pedido unos minutos extra y no le fueron concedidos.

«Me parece que no es justo», señaló Naidenoff, a lo que Michetti le retrucó: «Usted no tiene que conducir la sesión, la conduzco yo».

«Pero usted en en Labor Parlamentaria no estuvo», le espetó Naidenoff, que chocó con la insistencia de Michetti en que ella conducía la sesión, y finalmente lanzó: «Usted conduzca pero deje cerrar, presidenta».

Michetti dio por terminada la discusión y le cortó el micrófono al radical, pero seguidamente, mientras hablaba la salteña Cristina Fiore, se escuchó su insulto al jefe de la bancada oficialista.

Si bien son del mismo espacio, quedó en evidencia la tensión que existe entre los senadores a favor de la legalización (como Naidenoff y Verasay) y quienes están en contra, como la propia presidenta de la Cámara alta.

Fuentes de Cambiemos indicaron a NA que esta tensión se sintió en la reunión de bloque previa a la sesión, a la que calificaron como «áspera» por momentos y, según señalaron, dejó a una senadora del oficialismo -que anticipó su voto a favor- llorando en un pasillo.

El festejo de Michetti

Luego de haber dado la nota con su exabrupto contra Naidenoff, Michetti volvió con otro exabrupto a micrófono abierto, al final de la sesión.

Sin darse cuenta de que su voz seguía escuchándose amplificada, y tras el rechazo de la Cámara a la legalización del aborto, la Vicepresidenta festejó en público y no pasó desapercibida.

«¡Vamos todavía, vamos!», se la escuchó decir cuando los senadores empezaban a abandonar el recinto.

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