Por Gabriel Eiriz

La realidad argentina está indefectiblemente atravesada por la desaparición de Santiago Maldonado. Ni la economía, la inseguridad, ni las elecciones de octubre revisten importancia alguna frente a una desaparición forzada en plena democracia. Y menos aún cuando se sospecha que un gobierno elegido por la mayoría de los argentinos es capaz de encubrir semejante aberración.

Hay que tener en cuenta que mientras el gobierno busca instalar que desde la oposición se lo acusa de ser una dictadura con un plan sistemático de desaparición de personas, lo que en realidad está buscando es victimizarse ante una situación que posiblemente los mareo en las primeras horas y obligó a funcionarios muy cercanos al presidente a improvisar, agarrarse de hipótesis inconducentes, y que finalmente se encuentran, un mes y medio más tarde, frente a la verdad que les quema en las manos a poco menos de un mes y medio de las elecciones.

Es inverosímil pensar que a esta altura no se sepa nada de lo que pasó con Maldonado, y la causa que investiga el fiscal Federico Delgado es una fuerte evidencia que en Casa Rosada saben, pero no dicen.

Tan grave es, que hace pocos días, los mismo funcionarios, como si no hubieran puesto las manos en el fuego por la Gendarmería Nacional, ahora livianamente reconocen que quizá, a lo mejor, es posible… que a algún gendarme se le haya ido la mano al castigar o torturar a Santiago y este se les quedó. Pero jamás podrán justificar -de ser cierta esta hipótesis- haber escondido la verdad a su familia y a toda sociedad, que espera respuestas sobre la suerte que corrió el joven.

Por eso indignan las palabras del coordinador de políticas públicas de la Jefatura de Gabinete Hernán Iglesias Illa, quien afirmó justamente esto, que algún gendarme pudo haber golpeado a Santiago Maldonado «sin saber que lo estaba hiriendo gravemente».

La frase generó un escándalo en las redes sociales debido a la gravedad y lo asquerosamente deleznable de la afirmación. Porque sigue acompañada de lo que busca instalar el gobierno al sindicar al kirchnerismo como quien capitaliza la desaparición de Maldonado… entonces ese supuesto homicidio no es «parte de un plan del Gobierno, eso a mí me pareció una exageración».

«Lo que más probablemente haya pasado o, lo peor que podría haber pasado, es que algún Gendarme suelto le haya, no sé, pegado a Santiago Maldonado, sin saber que lo estaba hiriendo gravemente», sostuvo la mano derecha de Marcos Peña.

Más temprano que tarde, los funcionarios del gobierno tendrán que rendir cuentas ante la sociedad y la justicia por haber puesto -tal como parece- en peligro la vida de Santiago Maldonad, haber manchado su memoria -aunque aún se guardan esperanzas de encontrarlo con vida- con el reprochable accionar de las fuerzas de seguridad, la justicia y el Estado y por haber puesto a la Argentina en en la mira de la comunidad internacional, que observa espantada cómo vuelven las peores prácticas, que el pueblo pensó haber dejado atrás, pero que con el accionar de este último mes y medio nos pega un cachetazo en la cara, recordándonos que la democracia y los derechos humanos se defienden todos y cada uno de los días de nuestras vidas.

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3 Comentarios

  1. ¿Un gendarme suelto? Eran 137 los gendarmes sueltos. NOS QUIEREN SEGUIR TOMANDO POR BOLUDOS.

  2. Mirá, ya está todo aclarado: a Santiago lo mató un gendarme solo, al que se le fue la mano…
    – Pero entonces ¿donde está el cuerpo?
    – se lo llevó el gendarme…
    – Y los otros no pudieron encontrarlo?
    – el gendarme lo enterró.
    – pero ninguno lo vió?
    – El gendarme es muy hábil.
    – Pero ¿no habían dicho que lo vieron en Gualeguaychú?
    – El gendarme convenció al camionero…
    – Y en Mendoza?
    – el gendarme le mintió al cura.
    – Y los que lo llevaron de Esquel a Tecka?
    – El mismo gendarme disfrazado…
    – pero ¿y el rastrillaje?
    – El gendarme va corriendo el cuerpo.
    – Pero todos los medios dijeron…
    – Todo una maniobra del gendarme.
    – Y la Ministra de Seguridad…
    – Engatusada por el gendarme.
    – Y el Ministro de Justicia, y el Secretario de Derechos Humanos…
    – Los convenció a todos, mirá.
    – Y los disturbios después de la movilización.
    – Quien si no el gendarme los va a empezar.
    – ¿sos así de boludo o me estás tomando el pelo?
    – El gendarme me poseyó…

  3. Ningun ciudadano debe desapercer,menos por discrepanacias politicas,ideologicas y economicas,esto es valido para cualquier gobierno de turno.Asi como debemos ser firmes por la aparicion del señor maldonado,tambien debemos ser firmes porel esclarecimiento de la muerte del fiscal NISMAN,el triple crimen de forza,etc ad-infinitum,sin obviar los crimenes no desenpolvados y b ien guardaditos bajo la vieja alfombra,del peronimo en su momentum esplendoroso.Facil es ver la paja en el ojo ajeno,sin verse la viga que cargamos en nuestros ojos.El actual gobierno debe ser drastico,incluso dentro de sus filas,en caso de que se les haya ido las manos a sus cancerberos del viejo estado,ese mismo estado que cabalgo el PERON-FASCISMO DISIMULADO,de esa manera se eleva sobra sus fallas y errores,cambia la forma como se debe hacer politica,no solo hacia afuera,tambien fronteras adentro,de esa manera le quita espacio a sus enemigos jurados que extrañan la mamadera publica de su mismo viejo estado.

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