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Diversas asociaciones han revelado que aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 e insuficiencia renal, en tanto que otros informes acusan a la carne roja de causar cáncer colorrectal, de páncreas o próstata.

No obstante, los cuestionamientos no terminan ahí. Otros estudios asocian a la ingesta de carne roja con el aumento de probabilidades de inflamación en las paredes intestinales, conocida como ‘diverticulitis’.

Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de bolsas denominadas ‘divertículos’ en las paredes del tracto intestinal, muy especialmente en el colon. Se trata de una enfermedad que no tiene cura, pero sí tratamiento. Entre los síntomas, se presentan dolores con abscesos y perforaciones en la pared intestinal. Asimismo, puede causar fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos.

También suelen presentarse diarreas y estreñimiento.. Los pacientes emplean laxantes para tratar de menguar la situación. Los laxantes tienen sistemas graduales cuyo efecto es más gentil con el sistema digestivo, de modo que el usuario no sufre efectos secundarios. Igualmente, hay alimentos como la papaya, ciruela o la linaza que son usados como laxantes naturales.

La inflamación de los divertículos ocurre, por lo general, debido al consumo de tabaco, por la falta de actividad física y desarrollo de obesidad. De acuerdo con un estudio realizado por científicos del Hospital General de Massachusetts en Boston (EE.UU.), el consumo de carne está asociada a los síntomas de la enfermedad. ¿Cómo llegaron a esta conclusión?

Los autores estudiaron a 46.000 varones entre los 40 y 75 años, quienes respondieron cada cuatro años a un cuestionario acerca de sus hábitos alimenticios como parte de su participación en un estudio entre los años 1986 y 2012. Al término de la investigación, se determinó que el número de participantes que desarrolló la enfermedad a lo largo de los 26 años ascendió a 746.

De acuerdo con el estudio, aquellas personas con un alto consumo en carnes rojas tomaban con mayor frecuencia analgésicos y antiinflamatorios, a la vez que realizaban poco ejercicio y fumaban más. En tanto, aquellos con mayor consumo de pescado y aves de corral tenían hábitos más saludables.

Los resultados mostraron que en sí, el consumo de carne roja aumenta solo en un 58 por ciento el riesgo de desarrollar la enfermedad. Los factores como la falta de actividad física y una deficiente alimentación agravan la situación. Si cambiamos la carne por pescado o pollo el riesgo de diverticulitis disminuye hasta en un 20 por ciento.

La situación se antoja preocupante porque Argentina es uno de los cinco países que más carne consume a nivel mundial, y cuyo consumo per cápita supera los 100 kg al año. Si sumamos a que un 21 % de la población sufre de obesidad y más de 66 % de sobrepeso, la situación es muy alarmante.

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