El economista Pablo Goldín, director de la consultora MacroView, advirtió que Argentina tiene tiempo hasta 2021 para volver a acceder al mercado internacional de deuda con el objetivo de evitar un default en 2022.

«Uno no puede decir hoy que se está gestando una bomba de tiempo, pero sí se puede afirmar que los vencimientos que tiene Argentina en los próximos años son importantes, especialmente a partir de 2022 cuando hay que empezar a devolverle el crédito al Fondo Monetario Internacional», consideró.

En este marco, el economista explicó que si la Argentina de acá al cambio de Gobierno y ya con la nueva administración (que asuma en diciembre de 2019) no logra recuperar el crédito en los mercados internacionales «claramente tendrá un problema porque necesitará dinero para afrontar vencimientos».

Para 2019, y sin contemplar futuros préstamos o renegociaciones de vencimientos, los compromisos de pago de deuda de mediano y largo plazo ascienden a 24.945 millones de dólares.

En tanto, los pagos con organismos internacionales son de 1.749 millones de dólares, con 815 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y 451 millones millones del BIRF/Banco Mundial.

La hoja de ruta para el próximo lustro se completa con vencimientos de por lo menos 21.406 millones de dólares en 2020, otros 25.114 millones de dólares correspondientes a 2021 y 25.308 millones de dólares para 2022.

De acuerdo con las planillas de Finanzas, los montos descienden en 2023, con vencimientos por 18.642 millones de dólares.

«El próximo Gobierno, no sé cual será, tendrá que conseguir alguna ingeniería financiera para ir surfeando todos los vencimientos que irán subiendo a lo largo de los próximos años», opinó Goldín.

Y señaló que el Fondo Monetario es un «acreedor privilegiado» porque es «el primero que cobra», por lo que la Argentina «podría verse en la situación de no poder pagar a otros acreedores» si no recupera el crédito global, lo que configuraría una situación de default.

«Si tuviese que decir cuál fue el principal respaldo concreto y verdadero del mundo no creo que sea el G20, ni un abrazo con Donald Trump o Emmanuel Macron sino el crédito del Fondo Monetario Internacional», sostuvo.

«El respaldo fue por un monto muy importante (56.300 millones de dólares) y con un cronograma de desembolsos muy acelerado gracias en buena medida al apoyo político que tuvo el Presidente en estos años», indicó Goldín.

Por ello, para el economista, una de las mayores efectividades que mostró el gobierno de la coalición Cambiemos en sus tres años de mandato fue la de conseguir el respaldo internacional, que primero fue político y luego financiero a través del FMI cuando las «papas quemaron».

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