La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, regresó de su viaje a Israel y sigue distante del presidente Mauricio Macri y molesta por ciertas “concesiones” al peronismo, por lo que se siente “al margen” de la gestión.

La diputada ya avisó a su entorno que, si bien tiene previsto asistir a la próxima y última sesión en la Cámara baja, su plan es mantener el bajo perfil y evitar la exposición pública para no chocar abiertamente con la Casa Rosada.

Principalmente, Carrió tiene fuertes diferencias respecto al manejo de las negociaciones con el peronismo por el Presupuesto 2019 y la integración del nuevo Consejo de la Magistratura, especialmente con el ministro Rogelio Frigerio y el jefe de la Cámara, Emilio Monzó, y dejó trascender que en ningún caso fue consultada. “Se le dieron demasiadas concesiones al peronismo. Al peronismo no hay que tenerle miedo sino redoblarle la apuesta”, señaló Carrió por estos días a dirigentes de su confianza, consultados por NA.

Aplicada al proyecto de presupuesto, esta máxima de Carrió implicaba no dar el brazo a torcer ante los gobernadores para introducir modificaciones en el proyecto oficial e, incluso, ir a fondo con la posibilidad de prorrogar por un año más el presupuesto 2018, tal como ocurrió en 2010 durante el Gobierno de Cristina Kirchner.

Pero lo que generó profundo enojo a “Lilita” fue la dura derrota que sufrió el gobierno en definición de los lugares del Consejo de la Magistratura: muy cercana al radical Mario Negri, quien quedó fuera del organismo por la sorpresiva maniobra de unidad del peronismo, la diputada responsabiliza a Frigerio y a Monzó e, incluso, insinúa algún acuerdo secreto de ambos dirigentes con el PJ.

“!Están agrandando figuras de la oposición!”, se la escuchó decir a Carrió a su llegada a Buenos Aires, tras más de una semana en Israel, país que suele visitar una vez al año por motivos religiosos.

A fines de octubre pasado, en la previa a la discusión del Presupuesto 2019 en la Cámara baja, la líder de la Coalición Cívica había mantenido contactos con dirigentes del PRO y acordado entrar en una etapa de “silencio transitorio”, en pos de mantener la paz interna en Cambiemos. Se trata de una suerte de tregua, que no durará para siempre, ya que la diputada nacional no tiene intenciones de dejar de lado sus críticas al ministro de Justicia, Germán Garavano, y al presidente del club Boca Juniors, Daniel Angelici, a quien acusa de “operar” en Comodoro Py a favor del Gobierno.

La presentación del pedido de juicio político contra Garavano había tensado la cuerda al máximo en el oficialismo y hace tiempo que Carrió y el Presidente no se dirigen la palabra: ambos se vieron el jueves 11 de octubre en un acto oficial en el CCK, donde apenas se saludaron fríamente. Poco después, el jefe de Estado hizo referencia a su socia al cerrar el Coloquio de IDEA en Mar del Plata: “Algunas cosas puedo explicar, otras no”, aseguró ante una pregunta sobre la situación del país y la relación con Carrió.

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