Por Maximiliano Borches 

En menos de tres años de gestión, el gobierno de coalición radical-Pro en Cambiemos, que encabeza el empresario-presidente Mauricio Macri, sumergió a la economía nacional -y por ende a la mayoría de la población- en una crisis económica que en el corto plazo superará en dimensiones, a las sufridas durante los gobiernos radicales de Raúl Alfonsín y Fernando De La Rúa.

Con la Megadevaluación producto de la imparable corrida en el precio del dólar, se esperan en los próximas días nuevos aumentos en los precios de los combustibles, comida y servicios. Firmas líderes no entregan mercaderías hasta definir nuevas listas de precios, y la industria mediana no accede a materias primas para intentar continuar con la cadena de producción, y si accede a dichos insumos se los cobran en dólares. El Gobierno logró un objetivo: licuar el salario de los trabajadores.

En momentos donde el precio del dólar superó los $40, generando una Megadevaluación que en primera instancia licúa peligrosamente el salario de los trabajadores argentinos, avanza en la paralización de la industria y el comercio. En este escenario, la industria y el comercio sufren una parálisis inusitada con proveedores de insumos rechazan pedidos, las listas de precios se modifican casi a diario, los Bancos no liquidan créditos pre-acordados ni aceptan cheques de terceros en canje.

Muchos comercios y PyMEs ubicadas en el Gran Buenos Aires y Gran Rosario, decidieron bajar las persianas hasta tener claridad de cómo serán las nuevas listas de precios, que según varios analistas, rondarán el 40% de aumentos

En tanto, la industria manufacturera pasa por su peor momentos, y en tan sólo un año se registraron más de 20 mil despidos y el cierre.

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