Tras difundirse el Staff Report del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno nacional reconoció que el ajuste acordado con el organismo será mucho más duro que lo anticipado semanas atrás. El recorte no será de 200 mil millones de pesos como se aseguró, sino que son 300 mil millones los que se necesitan achurar solo para cumplir en 2019. De esa cifra, el presidente Mauricio Macri pretende que las provincias aporten la mitad, unos $150 mil millones. La noticia cayó como balde de agua fría sobre los caciques provinciales, incluso entre los propios. Sin embargo en el peronismo resisten la embestida.

TE PUEDE INTERESAR: Rebelión PRO: Vidal y Larreta exigen definir ellos mismos en donde recortar

El senador nacional por Santa Fe Omar Perotti negó que los gobernadores y la bancada justicialista en la Cámara alta vayan a acompañar «una retracción de recursos tan fuerte» en las provincias como la que el plantea el Gobierno de cara a la negociación por el Presupuesto 2019, dijo a Clarín.

En una entrevista publicada este domingo, Perotti aseguró que no ve a «gobernadores dispuestos y senadores acompañando una retracción de recursos tan fuertes a las provincias». También rechazó que, a la hora de votar, los senadores de Argentina Federal sigan órdenes expresas de los gobernadores de las provincias que representan al afirmar que «ninguno de los senadores ha planteado que son los gobernadores los que le definen qué votan».

Perotti salió así a cruzar las declaraciones del hombre de Schiaretti, el cordobés Carlos Caserio, que pidió aprobar el ajuste con el FMI porque si no, «explota todo».

«Cada uno tiene su capacidad de decisión y ya se ha dado en algunos de los puntos del pacto fiscal, la reforma previsional y en el tema tarifas donde no hubo una coincidencia lineal con lo que algunos gobernadores habían conversado con el Gobierno nacional», agregó Perotti.

Por su parte, las espadas del PRO, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, también pusieron sus condiciones: exigieron a la Casa Rosada decidir ellos mismos en que áreas recortar. Sucede que los gobernadores, a través de Schiaretti le pidieron al gobierno, para cumplir con la baja del déficit al 1,3% del PBI el año próximo, el traspaso de Edenor, Edesur y AySA a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires, y la quita de los subsidios al transporte de pasajeros en el área metropolitana. El foco de los negociadores del peronismo se posó en la Nación y en esos dos distritos, atentos a limitar los beneficios para las administraciones macristas en plena etapa de disputa electoral.

Sin embargo y pese a que Larreta y Vidal están dispuestos a avanzar con el ajuste y reducir el déficit, ambos dirigentes exigieron que la Rosada negocie con los mandatarios peronistas en base a los montos de recortes que encarará cada distrito y de ese modo reservarse para cada administración las definiciones sobre cómo llegar a la cifra buscada.

Resisten principalmente hacerse cargo de AySA, con el argumento de que caería un convenio de financiamiento si cambia la jurisdicción. Por Edenor y Edesur avanzan las conversaciones, en esos casos con más costo político -por la convalidación de los aumentos de tarifas- que económico, dado que Nación ya prácticamente no subsidia esas distribuidoras sino a la generación eléctrica que abarca todo el país.

La absorción de las subvenciones al transporte de pasajeros aparece como la opción más viable, porque podría concretarse por etapas y daría mayor margen de maniobra.

print