La gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta vienen sosteniendo con fuerza el gobierno de Mauricio Macri pero sufren las consecuencias de los desaciertos del gobierno nacional, que erosionan sus imágenes en sus respectivos territorios.

Si bien están dispuestos a avanzar con el ajuste y reducir el déficit, ambos dirigentes se desmarcaron y exigieron que la Casa Rosada negocie con los mandatarios peronistas en base a los montos de recortes que encarará cada distrito y de ese modo reservarse para cada administración las definiciones sobre cómo llegar a la cifra buscada. informar hoy Clarín.

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El gobernador cordobés, Juan Schiaretti le planteó a Macri y quedó instalado como un pedido de los gobernadores del PJ para encarar con «equidad» la baja del déficit al 1,3% del PBI el año próximo: el traspaso de Edenor, Edesur y AySA a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires, y la quita de los subsidios al transporte de pasajeros en el área metropolitana. El foco de los negociadores del peronismo se posó en la Nación y en esos dos distritos, atentos a limitar los beneficios para las administraciones macristas en plena etapa de disputa electoral.

El cálculo del recorte total pasó de $ 200 mil a $ 300 mil millones, por los aumentos de las jubilaciones y la AUH atados al descontrolado nivel inflacionario y los menores ingresos por un casi nulo crecimiento previsto.

El Gobierno nacional trazó como primera posibilidad que la mitad corra por cuenta de las provincias. “Una vez que se defina cuánto nos toca queremos llegar nosotros a ese número, es lo más razonable para acompañar en el objetivo central de reducir el déficit fiscal”, dijo a ese diario un funcionario bonaerense involucrado en las conversaciones. En la Ciudad comparten esa posición “en tándem”, en línea con los intereses en común por el traspaso de servicios y subsidios.

En la provincia se preparan para un ajuste de entre $ 30 mil y $ 50.000 millones, esta última cifra reclamada por los gobernadores peronistas. Será un monto equiparable a lo recuperado por el Fondo del Conurbano, de acuerdo a lo estimado en La Plata: Vidal percibirá en 2018 unos $ 40 mil millones de esa disputa histórica y el año próximo serán $ 65 mil millones, aunque tomando los $ 20 mil millones de compensación que venía transfiriendo Nación el recorte implicaría el monto extra.

Vidal y Larreta resisten principalmente hacerse cargo de AySA, con el argumento de que caería un convenio de financiamiento si cambia la jurisdicción. Por Edenor y Edesur avanzan las conversaciones, en esos casos con más costo político -por la convalidación de los aumentos de tarifas- que económico, dado que Nación ya prácticamente no subsidia esas distribuidoras sino a la generación eléctrica que abarca todo el país.

Aun así la absorción de las subvenciones al transporte de pasajeros aparece como la opción más viable, porque podría concretarse por etapas y daría mayor margen de maniobra. Cerca de la gobernadora plantearon que analizarán hasta qué punto sería posible avanzar con aumentos del boleto y tomar deuda para moderar el impacto. Se trata de unos $ 3.000 millones mensuales para los colectivos y unos $ 12.000 millones anuales para los trenes, en toda el área metropolitana.

Otro renglón a revisar será el de las obras. En Ciudad aseguraron que continuarán con las financiadas por organismos multilaterales o ya presupuestadas -el Paseo del Bajo sigue con fecha de corte de cinta en 30 de abril- y que parte de los nuevos proyectos irán más lentos.

“Es lógico lo que plantean, por eso nos reunimos primero con ellos y vamos a la negociación con los peronistas con todo analizado pero nada definido”, contaron en la Casa Rosada sobre el pedido de los mandatarios propios. El Gobierno se prepara para avanzar con reuniones grupales, por espacios políticos o regiones, encabezadas por Marcos Peña, Nicolás Dujovne y Rogelio Frigerio. También entre ministros de Economía provinciales.

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