Recién reincorporado en sus funciones luego de una cirugía, el polémico juez Claudio Bonadio apresuró el cierre de la instrucción para elevar a otro juicio oral a Cristina Kirchner por tener en su residencia de El Calafate una carta que José de San Martín le escribió desde Francia al patriota chileno Bernardo O’Higgins en 1835 y un prontuario del ex presidente Hipólito Yrigoyen.

La investigación que se abrió por los documentos encontrados en los allanamientos que se hicieron en agosto pasado en las casas de la exmandataria, en el marco de la causa de los cuadernos y luego de que el Senado de la Nación aprobara los procedimientos.

El 8 de mayo, la Cámara Federal había confirmado el procesamiento de la ex presidenta por incumplimiento de los deberes de funcionario público al entender que Cristina debió haberlos entregado al Archivo General de la Nación.

«Aún cuando Fernandez de Kirchner no sospechó ni podía sospechar que los documentos que le fueron obsequiados por el presidente de la Federación de Rusia y por un allegado al fallecido sacerdote tuvieren una procedencia ilegal, se encuentra suficientemente acreditado que tanto la importancia como el valor histórico de las piezas bajo examen eran circunstancias ciertamente conocidas por la imputada: basta para ello con reparar en la trascendencia que le asignó a los obsequios recibido», escribió en su fallo la Cámara Federal, con la firma de los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia.

Con la instrucción cerrada, el juez mandará el expediente al fiscal Gerardo Pollicita para que eleve el expediente a juicio oral. La defensa de la hoy senadora también dará su opinión. Cumplido ese tramite, el juez elevará el caso a un tribunal oral.

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