Al parecer, el gobierno ve en los empresarios coimeros de la obra pública un club de amigos que le permite horadar a la expresidenta, nada más. El premio, por arrepentirse, hasta aquí es doble, no solo se van caminando a sus casas, sino que no perderán los beneficio por haber blanqueado plata negra.

Las filtraciones periodísticas que apuntaban a que varios de los empresarios arrepentidos caerían bajo un mazazo de la AFIP, con multas millonarias y sanciones, no encuentran un correlato en la ley 27.260 de Sinceramiento Fiscal, señala hoy Infobae según fuentes del organismo recaudador, que dirige Leandro Cuccioli.

Es decir, luego de haber evadido el pago de impuestos, fugado ese dinero fuera del país a paraísos fiscales y ahora tras arrepentirse de haber pagado supuestas coimas, la Afip ratifica la amnistía y no verán un correlato con sus deleznables acciones. Es el país de la joda.

«Los eventuales autos de procesamiento en la causa de los cuadernos no afectarán los beneficios entre quienes se sumaron al blanqueo porque la ley no es retroactiva», analizaron en la AFIP. «El perdón fiscal sólo se cae si se ingresó de manera condicional al blanqueo, es decir, si el empresario tenía una causa preexistente por evasión o por otros delitos económicos y ahora es procesado», explicaron.

El organismo salió así a ponerle paños fríos al escenario planteado la semana pasada en el que varios grandes empresarios volverían a fojas cero con sus deudas fiscales.

El Gobierno abrió la amnistía para registrar bienes, efectivos e inmuebles y depósitos en el país o el exterior en 2016 y extendió el plazo hasta marzo del año siguiente. Hubo un blanqueamiento récord de activos por USD 116.800.

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