Victor Gallo
El fallo de la corte que benefició con la reducción de condena a un represor abrió una puerta a que todos salga a pedir el mismo trato.

El represor Víctor Gallo, condenado por apropiación ilegal en el juicio por plan sistemático de robo de bebes durante la última dictadura, pidió este jueves su excarcelación apelando a que se le aplique el 2×1 que convalidó la Corte Suprema de Justicia.

Gallo, quien se desempeñó como oficial de Inteligencia del Ejército durante la última dictadura, está acusado por la apropiación de Francisco Madariaga Quintela y fue condenado en 2012 a una pena única (comprensiva de otra anterior) de 25 años de prisión.

Está detenido desde el 19 de febrero de 2010 y ahora pidió su excarcelación al TOF6 apelando el fallo de la Corte, lo que será resuelto en las próximas 24 horas indicaron a NA fuentes judiciales.

Francisco Madariaga Quintela es hijo de Silvia Mónica Quintela y Abel Pedro Madariaga, ambos militantes de la organización Montoneros y el segundo, además y con posterioridad, secretario de Abuelas de Plaza de Mayo.

Quintela fue secuestrada el 17 de enero de 1977 en Florida, provincia de Buenos Aires, embarazada de cuatro meses, mientras que Madariaga sobrevivió y partió al exilio, de donde regresó en 1983 para emprender la búsqueda de su hijo.

Según testimonios de sobrevivientes, Quintela permaneció en el centro clandestino de detención «El Campito», en Campo de Mayo, y en julio de 1977 se le practicó una cesárea en el Hospital Militar de esa guarnición, en donde dio a luz a un varón al que llamó Francisco.

El muchacho se acercó a Abuelas de Plaza de Mayo el 3 de febrero de 2010, bajo el nombre de Alejandro Ramiro Gallo, luego de que la mujer a la que hasta entonces creía su madre, Inés Colombo, le confesara que había posibilidades de que fuera hijo de desaparecidos.

En la sede de Abuelas, Colombo manifestó que su exesposo, Víctor Gallo, era oficial de Inteligencia del Ejército y que en 1977 le dijo que había un niño abandonado en el Hospital Militar de Campo de Mayo, a lo que ella respondió -según su relato- «cómo iban a dejar a un niño abandonado, que lo trajeran».

Colombo contó que finalmente Gallo llevó al bebé a su casa el 10 de julio de 1977 y agregó que el niño todavía tenía el cordón umbilical, lo que le indicaba que había nacido hacía muy pocos días.

Tras el restablecimiento de la democracia, Gallo participó en el robo de una empresa financiera en la década de 1980 y de un hecho criminal en el que se asesinó a una familia, conocido como la «Masacre de Benavidez», por los cuales estuvo detenido.

Además, participó en los «levantamientos carapintadas» y hasta el momento de su detención se desempeñó como empresario de seguridad privada, declarando ser dueño de la empresa Lince Seguridad.

En 2012, Gallo fue condenado junto a su exesposa y los represores Jorge Videla, Antonio Vañek, Jorge «Tigre» Acosta, Santiago Riveros, Reynaldo Bignone, Juan Azic y Jorge Luis Magnacco, en el juzgamiento por los secuestros de los niños apropiados.

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