Felipe Solá, canciller. Foto:Clarín

Luego del bombardeo de Estados Unidos en Bagdad que acabó con la vida del comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, Qasem Soleimani y también de varios dirigentes de la milicia shiíta iraquí, hecho que provocó una fuerte amenaza del Ayatola Iraní, la República Argentina manifestó su preocupación sobre la escalada de violencia en Medio Oriente. 

A través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, alertó que ve «con preocupación» los recientes acontecimientos ocurridos en Medio Oriente y formuló un llamado a contener la tensión y trabajar en pos de «una salida pacífica y negociada» que evite nuevas escaladas.

«Eventos violentos protagonizados en un mundo global y consecuentemente hiper-conectado, tienen el potencial de tener consecuencias directas en todo el planeta», dijo la Cancillería en un comunicado. 

«Nosotros, los argentinos, podemos dar testimonio de lo dicho. En nuestro pasado reciente hemos sido víctima al menos en dos oportunidades de actos de terrorismo internacional», manifestaron en el texto oficial. 

«Ante esa realidad y en virtud de nuestra propia experiencia, el Gobierno Nacional insta a las partes en conflicto a que dispongan las medidas que permitan contener la tensión y trabajar en pos de una salida pacífica y negociada que evite escaladas que pongan en riesgo la seguridad internacional».

Como siempre lo ha hecho, también esta vez privilegiamos la vía de la negociación y la diplomacia para la solución de los conflictos. 

En ese sentido, la Cancillería, a cargo de Felipe Solá, hace un llamado a la comunidad internacional «para que todos asumamos posiciones constructivas y reclama a las organizaciones multilaterales a través que asuman las responsabilidades que se les han confiado, en particular en materia de paz y seguridad internacional». 

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