Hasta los caprichos del mundo editorial le pusieron sal a las expectativas de los pacientes seguidores de Ishiguro. Sus lectores de habla hispana, sin ir más lejos, vieron con asombro como la traducción al persa de El gigante enterrado se publicaba en tierras de oriente, mientras la versión en castellano demoraba su aparición. La novela, finalmente, llegó a las librerías argentinas en diciembre de 2016.