Luego que los senadores del Frente de Todos enviaron al Fondo Monetario una dura carta afirmando que este organismo había incumplido con su propia carta orgánica otorgándole al gobierno de Mauricio Macri una suma sideral de dólares que se utilizaron para la fuga de capitales. Uno de los integrantes del equipo técnico que participa de las negociaciones para cerrar la “Carta de Intención” de un futuro acuerdo con la Argentina, hablaba con un funcionario local sobre los planes de pago y envió un mensaje curioso sobre el stand by vigente.
El visitante -según relata hoy el periodista Carlos Burgueño en Ámbito.com- reconoció ciertas particularidades de ese crédito que no ingresan en los estándares del estatuto de la entidad, y asumió como ciertas las acusaciones que figuran en la carta que publicaron los senadores del oficialismo la semana pasada.
El técnico dijo que leyó la misiva de los legisladores oficialistas y, casi indirectamente y sin intencionalidades extras, dijo que éstos “estaban en lo correcto”. Puntualmente, afirmó que el FMI liberó dólares fuera de los límites que imponen sus normas, y que ese dinero sirvió para subsidiar el precio de la divisa para que se retire del sistema financiero local. Aclaró que es un error hablar de “fuga” sino que es “retirada legal”; pero reconoció que el Fondo nunca debía haber aceptado esa operación.
Estima el propio organismo que unos u$s8.000 millones de los u$s44.800 millones que el Fondo había girado a la Argentina se habilitaron para ejecutar política cambiaria, violentando la letra del artículo IV del organismo, a partir de las presiones directas del Gobierno de Trump con la carta de ser el principal aportante del organismo.