El Gobierno porteño parece volver con las improvisaciones a la hora de instrumentar herramientas de prevención contra el coronavirus. El debut del sistema de testeos para porteños que regresan del interior o turistas que llegan a la Ciudad de Buenos Aires colapsó y despertó quejas y reclamos entre los que debían completar el tedioso trámite.

Los controles y testeos para detectar eventuales contagios entre turistas que ingresan a la ciudad de Buenos Aires, no residentes que tengan previsto permanecer más de un día en el distrito y residentes que regresan después de tres días, comenzaron a realizarse ayer en cuatro puntos del distrito, en una jornada en la que concluye el primer fin de semana largo tras la reapertura del movimiento turístico el 1 de diciembre último.  

Para el caso de los residentes que regresaron en su automóvil a la Ciudad, el trámite resultó una tortura. Horas de cola para escupir en un vasito y para muchos, no hubo control y les dieron turno par otro día. Sucede que los Centros de testeos dispuestos en el Centro de Convenciones y en el Edificio de la Munich (Costanera Sur), los controles que debían estirarse hasta las 20, terminaron a las 16 horas, dejando cientos de turistas sin el trámite concluido.

El Gobierno porteño intentó ordenar el cauce de personas inaugurando un sistema de turnos. Aún así, los viajeros señalan que entre la fecha de llegada y el turno para realizarse el test hay demasiados días de diferencia y esto favorecería la posible circulación del virus.

Mas allá del incordio que reviste el trámite exigido por el Gobierno de la Ciudad, lo que salta a la vista es el golpe que le asiste al turismo en la provincia de Buenos Aires y en particular a destinos cómo la Costa Atlántica. Se prevé que miles de porteños evitarán esos destinos que superan los 150 kilómetros (límite para la obligatoriedad del testeo al regreso a CABA), para evitarse largas colas bajo el calor del sol.

Las nuevas medidas para los turistas que arriben a Buenos Aires del interior y países limítrofes rigen para:

  • Personas no residentes que permanezcan al menos un día y vengan de más de 150 km.
  • Personas que vivan en la Ciudad pero reingresen luego de 72 horas; todos mayores de 12 años.

Implican una declaración jurada, que podrá completarse online desde la semana que viene en buenosaires.gob.ar/permisoturismo, y la obligatoriedad de realizarse el test en los siguientes lugares:

  • Aeropuerto de Ezeiza, en caso de que el ingreso a CABA sea en avión, al momento del arribo.
  • Terminal Dellepiane, en caso de que el ingreso a CABA sea en colectivo, al momento del arribo.
  • Centros de testeos dispuestos en el Centro de Convenciones y en el Edificio de la Munich(Costanera Sur), para quienes ingresen por otros medios, en las primeras 24 horas desde su arribo.

Para este último grupo se desarrolló un sistema de envío de SMS en el momento que ingresen a la Ciudad que detecta, mediante las antenas telefónicas, aquellos números telefónicos distintos al 011y que provienen de más de 150 kms. El objetivo es poder informarles respecto de la normativa y contactarlos con Boti, el WhatsApp de la Ciudad, para que conozcan cuál es el punto más cercanodonde se realiza la toma de muestra de saliva para el test PCR.

Los test serán cubiertos por las obras sociales y seguros médicos o, en su defecto, por el Gobierno de la Ciudad. Sólo deberán ser costeados por quienes residen en otros países.

Los resultados del test serán informados a las 12 horas. En caso de ser negativo, el resultado será informado a través de canales automáticos como SMS, Boti o correo electrónico; en caso de resultar positivo, será informado por personal de Salud a través de un llamado telefónico para poder transmitir el procedimientos de aislamiento y cuidado necesario.

Quedan a disposición los hoteles de aislamiento de la Ciudad para aquellas personas que no puedan cumplirlo en su domicilio.

print