Mientras aún lidiamos con el COVID-19, que no deja tiempo para distraer la atención, aún así y con la carga de lo que ello representa, hubo que soportar los disparates de Mauricio Macri en medio de una entrevista de corte liberal y reaccionario.

Hoy, luego de 6 meses de silencio -solo interrumpido para afirmar que el populismo es peor que el coronavirus-, el expresidente se dio el lujo de lanzar críticas al gobierno que lo eyectó de la Rosada, tras el desastre que dejó en el país en materia de deuda, desempleo y pobreza. También criticó las medidas en materia sanitaria que tomó la nueva conducción, aún habiendo sido el responsable de poner al sistema de Salud en un estado deplorable.

Durante una entrevista que le realizó el periodista de derecha Álvaro Vargas Llosa para el ciclo «La Otra Mirada de Latinoamérica», transmitida por internet, Macri justificó su silencio como un favor al actual presidente Alberto Fernández:«Estoy tratando de darle un espacio al Gobierno, que fue elegido por el 48% de los argentinos, para que pongan en juego lo que ellos piensan, sus propuestas y y soluciones, solamente levantando la mano y diciendo ‘Cuidado, no avancen sobre nuestras libertades'», expresó para luego sostener que lamentablemente, lo están haciendo. Destruyeron una herramienta como el Presupuesto. Es grave. Eso va a ser parte del debate intenso del próximo año», afirmó sobre las elecciones. 

Respecto del manejo de la pandemia, el exmandatario investigado en varios frentes judiciales, aunque el que más le preocupa por estos días es el referido al espionaje ilegal durante su gestión, dijo que «Esto llevó al mundo al miedo y al pánico. El miedo y el pánico te llevan a tomar decisiones apresuradas y extremas, que terminan demostrándose como decisiones estúpidas».

«Algunos creen que la pandemia es una buena oportunidad para avanzar con estos autoritarismos soft, livianos, que si no se los toma en serio nos puede llevar a una dictadura como la de Venezuela». 

Consultado sobre qué hubiera hecho él si aún fuera presidente, respondió: «Tiene que haber un equilibrio entre la prevención sanitaria y la salud laboral de la gente. En la vida, lo más importante es hacer las cosas con equilibrio. Y siempre cuidando las libertades». «Cuando se pone en juego la muerte, avanza el miedo. Y se abandona todo el sistema de salud. Concentrar todos los recursos para atacar solamente una pandemia, desatendió las otras patologías. Haber desmantelado el sistema de salud y que no funcione durante muchos meses nos va a traer muchos problemas. Esto va a ser duro», insistió dijo muy suelto de cuerpo luego que su gobierno degradó el Ministerio de Salud a secretaría,  destrozó el el plan de vacunas y volvieron enfermedades que habían desaparecido como el sarampión.

Pese a que loa entrevista tenía que ver con la situación de Latinoamérica, Macri orientó su discurso a la crítica desenfrenada y críticó al Gobierno por «haber destruido una herramienta que habíamos recuperado», en referencia al Presupuesto, lo que implica, dijo, «afectar fuertemente el funcionamiento de la democracia, porque es el lugar donde uno se compromete a cómo va a usar los dineros públicos, y Argentina, de vuelta, hoy no tiene Presupuesto».

«Eso es grave y va a ser parte del debate intenso de los próximos años», anticipó Macri.

Sobre una posible vuelta a la arena política y eventual candidatura, el exmandatario adelantó: «Yo tengo un compromiso: los ocho años en la ciudad, los cuatro en la presidencia, el apoyo que pese a los resultados económicos tuve en la campaña. Soy un amante de las libertades. En esta batalla yo estoy. Mi primera tarea es fortalecer la unidad de Juntos por el Cambio. Seguiré tratando de ayudar a que otros talentos crezcan, a que tengamos muchos líderes».

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