La Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) y la Federación de Cooperativas Autogestionadas de Bs.As. (FEDECABA) saludaron con agrado los anuncios realizados por el Ministro de Producción, Matías Kulfas, que dispuso una serie de ayudas económicas estatales a trabajadores y trabajadoras en relación de dependencia a través de las pymes, monotributistas y autónomos, pero reclamaron que no se deje afuera a las cooperaticas.
Federico Tonarelli, de la Cooperativa Bauen sostuvo que «no fuimos incluidos en el decreto 376/2020. A través del mismo se brinda asistencia de manera directa con préstamos a tasa 0 (cero) a los monotribuistas».
«Del mismo modo se brinda asistencia a los empleadores que así lo soliciten a través de un salario complementario para cada trabajador que tengan en relación de dependencia», remarcó.
¿Por qué no se contempla a las cooperativas de trabajo como entidades productivas?, se preguntó Tonarelli.
«Vemos con preocupación que nuevamente se está dejando fuera de la normativa a las empresas cooperativas, dado que las ayudas están enfocadas en dos planos, uno directo y uno indirecto: el directo es mediante un crédito sin interés para personas físicas (monotributistas y autónomos); y el indirecto es a través de un Salario Complementario en forma de asignación para personas físicas que sean trabajadores en relación de dependencia gestionado por su empleador (pymes comerciales) ante el Estado», reclamó Facta en un comunicado.
Nuevamente la forma empresaria cooperativa y el fenómeno del trabajador cooperativo autogestionado desaparece de la atención estatal, dado que en el caso de que alguno de ellos llegue a obtener un beneficio lo hace en su faceta de monotrobutista, con lo cual lo debe devolver pasada la emergencia. «No vemos razón para que el Estado considere que una empresa comercial es mejor que una empresa cooperativa; no debiera el Estado desconocer la existencia de la figura jurídica de las cooperativas de trabajo como otro modo de organización del trabajo, desatendiendo a los trabajadores cooperativistas por sobre los trabajadores asalariados.»
«Las cooperativas de trabajo somos guardianas genuinas de las fuentes de trabajo y hemos soportado las crisis económicas de gobiernos neoliberales sin perder nuestro objetivo, porque el carácter asociativo y no autónomo de nuestros trabajadores, nos ha permitido soportar las embestidas de políticas depredadoras. Sin embargo hoy, tenemos que salir con urgencia a reclamar que se nos incluya en forma expresa en las políticas económicas diseñadas para hacer frente a la emergencia».
Una empresa cooperativa formada por la voluntad asociativa de sus trabajadores es tan empresa productora de trabajo genuino como una empresa pyme formada como sociedad comercial por sus accionistas. «La emergencia económica nos toca a todos: a los que trabajan para un empleador y también para los que decidimos trabajar sin patrón. Un trabajador cooperativista trabaja tanto como un trabajador bajo relación de dependencia. El trabajo es trabajo aunque sea Autogestionado y en ambos casos debe ser protegido desde el Estado».