El secretario Trabajo, Jorge Triaca, dejará su puesto antes de fin de año. Ya lo avisó en el Gobierno. Es una dimisión acordada -dicen-, incluso con el funcionario que pasó a ser su superior en los papeles tras la última reorganización del Gabinete, el Ministerio de Producción y Trabajo, Dante Sica.

La versión de la dimisión de Triaca corrió en la Casa Rosada con tal fuerza que la semana pasada el propio Sica salió a desmentirla. Aunque a medias: dijo que seguía trabajando junto a Triaca y que él seguiría ocupando la Secretaría del Trabajo. Pero agregó, con cierta picaresca: “Por el momento”.

El ex ministro fue el interlocutor con los gremios del peronismo, cuyos principales jefes lo conocen desde chiquito por la relación que tenían con su padre. Pero la inflación, la recesión, y los despidos masivos hicieron que su continuidad sea insostenible.

Su figura además se vio envuelta en polémicas generadas por acusaciones que tenían que ver con contrataciones en el Estado y en gremios intervenidos de parientes directos del funcionario, y también de empleados en el ámbito privado del antes ministro.

Además quedó envuelto en un escándalo por la denuncia de su ex empleada Sandra Heredia quien lo acusó de maltrato, de echarla sin fundamentos y de tenerla en negro. Terminaron firmando un acuerdo y él siempre negó que las acusaciones pudieran complicarlo judicialmente

La oferta de Macri cuando se acordó que se alejaría de su cargo fue ser el nuevo embajador en el Vaticano, un puesto que hoy ocupa Rogelio Pfirter. La familia Triaca tiene una relación de amistad desde hace varias décadas con el Papa Francisco. También se baraja la chance de ser cónsul.

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