Ya no se puede tapar el sol con la mano y los grandes medios, que hasta hace poco miraban para el costado, se hacen eco del escándalo por los aportes truchos en las últimas campañas electorales de Cambiemos. Todos los días se conocen nuevos casos de aportantes que no pusieron un peso y que se presume se usaron para ocultar el verdadero origen de los fondos. Nadie inventa algo de esta característica si no tiene que esconder un germen infectado.

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Un informe del prestigioso periodista del diario La Nación, Hugo alocada Mon llama la atención sobre otros fondos partidarios: contribuciones financieras hechas en 2017 por fuera de la campaña, que no pasaron por el control de la Justicia Electoral: son aportes al PRO realizados el año pasado al margen de las elecciones, que suman unos $ 155 millones, lo cual representa más del doble que lo recaudado oficialmente en la campaña.

Según se detalla en el artículo publicado en el centenario diario, la lista de aportantes del Pro combina a 100 grandes empresarios y compañías que aportaron entre $500.000 y $3 millones (el tope que fijó el partido) y que suman la mayor cantidad de aportes: $130 millones.

También figuran otros 1400 donantes que suman $20 millones. Estos son funcionarios, empleados públicos, empleados privados, monotributistas y jubilados.

Por lejos, los mayores contribuyentes provienen del Campo y las grandes cadenas de supermercados, junto con grandes cadenas de electrodomésticos y el sector de la construcción

Liderados en 2015 para la recaudación por Nicolás «Nicky» Caputo y Edgardo Cenzón, a nivel nacional, y por Jorge Macri y Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires, los equipos de Cambiemos armaron aquel año una nómina de 2 mil personas que pusieron sus nombres, números de documento de identidad y firmas para admitir como dinero propio un porcentaje -el resto se gastó en negro- de las fortunas que aportaron empresarios que prefirieron seguir en el anonimato, según confirmaron miembros de ese equipo y empresarios a ese diario.

La Justicia concluyó que los aportes registrados por el PRO durante 2015 habían sido utilizados para la campaña presidencial de Mauricio Macri, una de las razones que esgrimió la jueza Servini de Cubría para no aprobar las cuentas electorales de Cambiemos.

Otro punto álgido son los aportes de empresas proveedoras del Estado. Los autores de la nota consultaron a los especialistas, quienes indicaron que hay una «zona gris» allí. Si bien los responsables partidarios dijeron que intentaron evitar la recepción de dinero por parte de esas empresas, hay casos que lo desmienten, tales como los de Health Services y La Luna Parques y Jardines.

¿Quiénes financian las campañas de los partidos pero requieren que otros pongan sus nombres? «Los mismos de siempre», retrucó Osvaldo Marasco excandidato a intendente de Ituzaingó por Cambiemos. «Fijate, por ejemplo, quiénes asumieron como ministros y secretarios de Estado con Cambiemos, por ejemplo. Fijate de qué empresas o de que sector venían y ahí tendrás parte de la respuesta -deslizó-. Esto es algo sistémico, que pasa en todos los partidos. La diferencia es que lo de Cambiemos fue burdo y usaron nuestros nombres».

Marasco, presentó su lista de candidatos a concejales y consejeros escolares y descubrió luego que la utilizaron, íntegra, para dibujar aportes.

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