Se trata de Andrea Ximena Holgado, sub jefa de la sección Audiovisual a la que Nicolás Wiñazky apuntó desde las páginas del diario Clarín y definió como un «reducto de militantes que hacen kirchnerismo explícito».
Desde hace un tiempo, las autoridades designadas para manejar la empresa parecen haber perdido el control de la situación interna y se ha generado una política anárquica por parte de varios gerentes y comisarios políticos devenidos en profesionales de la comunicación. Esto produjo una serie de situaciones confusas y preocupantes que ponen en estado de alerta a los trabajadores .
Las primeras señales fueron la tercerización innecesaria del Comedor de la Agencia a través de una pareja de monotributistas –inscripta con serias irregularidades en cuanto a sus facturas- que ocasionó un gasto al Estado de más de un millón y medio de pesos al momento, suma por la cual prestó conformidad Carlos Rosendo Villoldo.
Holgado expresó su pesar en un correo enviado a sus compañeros:
«Hoy fui formalmente despedida de Télam después de dos semanas de acoso laboral y persecución política por parte del gerente de contenidos audiovisuales Pablo Plá (ex notero de Crónica) y el maltrato y prepotencia de la subgerenta de nuevas tecnologías Magdalena Cash quien dijo «que ella tenía autoridad para cambiarme las tareas cuando quisiera» desconociendo que se encuentra en un espacio laboral donde hay derechos porque se trata de trabajadores y no engranajes que se ponen y se sacan. El argumento del despido es «conducta inapropiada», lease: Negarme al cambio compulsivo de tareas.
Además aprovechó para apuntarle a los delegados gremiales del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) al que estaba afiliada. En un post en su cuenta de Facebook, Holgado sostiene que «vivo de mi salario y con el despido lo primero que me pasaría es que tendría que ejecutar el departamento que estoy comprando con un crédito hipotecario»
«Lamento que quienes dicen ser compañeros y estar por la defensa de los trabajadores hayan sido funcionales a la gestión sembrando dudas y diciendo que yo quería ser despedida para cobrar. Los mismos que «espiaron» mi face para ver mis opiniones y agredirme porque no me adecué a sus lógicas políticas, donde importa más el discurso que las prácticas concretas de solidaridad. Lamento también que incluso llegaran a hablar con la gestión para desligarse de mi disputa con Télam. Realmente lo lamento, finalizó.
Asimismo, un comunicado de la Gremial de Prensa lo pone en estos términos: «Los trabajadores nucleados en La Gremial de Prensa rechazamos enérgicamente y exigimos la revocatoria inmediata del hostigamiento y finalmente despido de la colega y compañera de Télam Andrea Ximena Holgado».
Los trabajadores de Télam ven e esta embestida arbitraria una suerte de «decisión ejemplificadora» para quienes no acepten someterse a los caprichosos cambios y desplazamientos de funciones de los trabajadores que se desempeñan hace muchos años en la noticiosa estatal.
Es otra señal de una práctica ya habitual de persecución y sometimiento de los trabajadores sobre la base del terror, del ataque contra la libertad de prensa y el ejercicio independiente y profesional del periodismo, la agencia nacional de noticias Télam.
Desde la nueva gerencia se implementaron acciones que reflejan misoginia y censura contra la jefa de sección y profesional de carrera en la histórica agencia argentina -institución nacida como emblema contra el monopolio extranjero de la información- al modificar unilateral y arbitrariamente su jerarquía, asignación y funciones y finalmente despedirla.
Se llega a esta situación en el marco de un proceso de persecución laboral y política en esa gerencia, curiosamente luego que Wiñazky (alertado por personajes de la nueva gestión) realizó un informe donde da cuenta de 200 trabajadores kirchneristas que aún se desempeñan en la agencia. ¿Será Hogado la primera de tantos?. Esta trabajadora no es la única destinataria, ya que a través de amenazas y presiones se generaron varios cambios de horarios y funciones.
Un hecho realmente vergonzoso de quienes llegaron a Télam para aprender la profesión y hoy cargan contra una trabajadora con un extenso curriculum universitario en comunicación social, con el agravante de aprovecharse de la vulnerabilidad emocional de la periodista que en el transcurso de los últimos meses tuvo dos perdidas familiares directas.
Vale aclarar y destacar que en ningún momento la trabajadora puso en discusión la línea editorial, sino la metodología de trabajo.
Este es simplemente otro caso que forma parte de un práctica diseñada para doblegar a los trabajadores de prensa disciplinando de a uno a los que serán casos testigo para el amedrentamiento del conjunto.
Holgado asegura tener en su poder pruebas concretas de lo que sufrió: persecución laboral y política, hostigamiento y trato misógino. Un verdadero espanto dentro de la Agencia de Noticias que depende de Hernán Lombardi, que muy posiblemente desconoce las habas que se cuecen en Télam.
Según indicaron a este medio, los periodistas y profesionales administrativos que se desempeñan en la Agencia Estatal de Noticias ven la necesidad de juntar fuerzas ante el avance de la anarquía empresarial y la política laboral del gobierno de Mauricio Macri y su responsable del área de medios.
No están ajenos a esta pelea, el presidente de Télam, Rodolfo Pousa, su segundo Ricardo Carpena y varios gerentes periodísticos que se disputan los cargos de ejecutores de la política persecutoria hacia los trabajadores, en una dura interna que pasa además por ocupar espacios de poder.
Son varias las instituciones, organismos y sindicatos a nivel nacional que ya están al tanto de esta situación y pronto harán llegar su apoyo ante estos reclamos, pero lo más importante es que los trabajadores de Télam han tomado nota de los hechos y están en estado de alerta y movilización por sus derechos.