Por @gabrieleiriz
Es parte de la estrategia delineada por el presidente Mauricio Macri y su mesa chica. Apuntar todos los cañones en dirección al kirchnerismo y sus aliados para instalar en la sociedad la idea que hay una campaña para desestabilizar el gobierno y evitar que finalice su mandato.
El asesor ecuatoriano, Jaime Duran Barba y Alejandro Rozitchner fueron los encargados de delinear los detalles de la comunicación a todo el gabinete y secretarios de Estado. “Hay que salir a decir que el kirchnerismo y la izquierda nos quieren desestabilizar”, fue la bajada de línea que se impartió entre los funcionarios del gobierno antes del paro del 6 de abril, según relataron oportunamente varias fuentes la Rosada.
Ahora, la mensajera designada para fortalecer esta campaña ante el rotundo fracaso de las políticas económicas y el escándalo que desató la salida de el ex director del INCAA, Alejandro Cacetta y los despidos previstos para hoy lunes, es la vicepresidenta, Gabriela Michetti, quien le apuntó a «sectores muy extremos del kirchnerismo, que no conciben haber dejado de tener el poder en sus manos».
¿Quién desestabiliza a quien? – Por Marcelo Bartolomé https://t.co/WjbTVBLRyz vía @NotiPortal #Represion
— PORTAL DE NOTICIAS (@NotiPortal) 10 de abril de 2017
En una entrevista brindada al diario Clarín, Michetti señaló que «lo terrible» al respecto es que se trata de «personas que han hecho daño, que no asumen ninguna crítica».
Lo cierto es que el único responsable del daño que viene sugriendo el gobierno, es el propio gobierno. Las proscripciones a partidos políticos opositores, represión indiscriminada a los docentes que quieren protestar pacíficamente frente al congreso, persecuciones a dirigentes gremiales y políticos incluyendo a una ex presidenta. Funcionarios que se burlan de crímenes aberrantes sólo porque sus víctimas son militantes del campo social y popular, son los instrumentos que salen de Cambiemos y les vuelve como boomerang que termina por golpearlos en su propia cara.
Pero como es mas sencillo ver la paja en el ojo ajeno, insisten en señalar a la oposición como los responsables de sus propios fracasos.
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En esta línea, Michetti sostiene que no entiende «cómo no se dan cuenta de que el país quedó mal. En quince meses no podés generar semejante situación de pobreza en la Argentina, de falta de empleos, de posibilidades de crecimiento, de desarrollo de inversiones; todo esto fue consecuencia del populismo».
Sin embargo, como dice el presidente: Sí se puede.
La feroz transferencia de recursos de sector trabajador a los agro exportadores, mineras, energéticas y sectores especulativos del mundo financiero -en buena medida amigos cercanos de los funcionarios que se enriquecieron obscenamente- lograron todo esto que la vicepresidenta plantea y mucho más.
Por poner solo un ejemplo, un informe llevado a cabo por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) junto al INDEC y sus cámaras asociadas, reveló que durante los meses de enero de 2016 y enero de 2017 cerraron 6.800 pymes y se perdieron más de 150 mil puestos de trabajo.
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Las políticas regresivas que vienen destruyendo el tejido productivo son las verdaderas responsables que el gobierno se sienta tambaleando sobre una cuerda floja a punto de deshilacharse. El fenomenal aumento de tarifas también golpeó de lleno al Ejecutivo. Todos coincidían en la necesidad de recomponer los cuadros tarifarios, pero a esta gente se le fue la mano y hay cientos de miles de familias que no llegan a pagar sus servicios esenciales.
Pero Michetti insiste, «sería muy fácil hacer la típica salida del populismo, recurriendo a la maquinita de impresión de billetes, y cuando inventamos la plata, otra vez aparece la inflación. Que es lo que estamos tratando de domar. En quince meses no podés arreglar 40 o 50 años de desgobierno o doce de populismo extremo. Sin éxito, valga la aclaración.
Lo cierto es que, si bien el gobierno no le «da a la maquinita de imprimir billetes», opta por un camino mucho más peligroso, le da a la maquinita de tomar deuda para financiar el déficit y esto cuando lleguen los vencimientos habrá que pagarlo con el sudor del pueblo, porque este gobierno ya se habrá ido y vendrá otro a levantar los muertos que dejaron en el camino, como sucedió en el pasado cercano. Además destruye la industria nacional que es la verdadera generadora de puestos de trabajo, abriendo las fronteras para que entre cualquier producto del exterior a precios que el sector productivo local no puede competir.
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Resulta imperioso terminar con agrandar la famosa grieta y trabajar con todos los sectores en encontrar soluciones que beneficien a todo el arco productivo, trabajadores incluidos, y no solo a unos pocos -amigos del poder- para sacar la Argentina adelante. Asi como se viene trabajando, lo único que se puede esperar es agravar la situación general de la economía que viene muy golpeada hace muchos años.