El flamante funcionario advirtió que las negociaciones en el sector público dependerá de «lo que el Estado piensa que puede pagar» y de la pauta inflacionaria del Banco Central.
«Cero injerencia, tiene que haber responsabilidad de ambas partes, de las empresas y de los sindicatos. Nosotros encantadísimos de que las subas salariales sean altas, que el salario real suba, siempre que las empresas lo puedan pagar y no termine generando problemas de empleo», sostuvo el ministro en declaraciones radiales.
Al respecto, Dujovne advirtió que hay «un rol importante de los empresarios» porque «si terminan cerrando niveles que no pueden pagar, después vienen a decir que los costos laborales son muy altos y quieren que les arreglemos los problemas con la macroeconomía».
Con respecto a las paritarias en el sector público, y en momentos en que las provincias intentan cerrar los acuerdos con docentes para garantizar el inicio de clases en la fecha establecida, el funcionario dijo que «ahí juega lo que el Estado piensa que puede pagar».
«La paritaria docente depende de los estados provinciales, y si tienen las finanzas ajustadas, piensan que no pueden superar la pauta inflacionaria porque no tienen fondos genuinos para afrontar un pago superior a ese», explicó, en un claro respaldo al techo de 18 por ciento que intentan establecer la mayoría de las administraciones.
Por último, se refirió al polémico acuerdo en el sector bancario, que terminó judicializado ante la negativa del ministerio de Trabajo de homologar la paritaria, aunque más tarde la Justicia avaló lo firmado entre los sindicatos y la mayoría de las cámaras.
«En los bancarios se mezclan los dos grupos, porque en la paritaria participan bancos públicos y privados. Los bancos públicos priorizaban ser consistentes con la meta de inflación del Banco Central, mientras que los privados preferían cuidar que no haya problemas con la atención al público y otras cuestiones. Se llegó a una solución de compromiso que atendía a los intereses de ambos grupos», afirmó.
Por último, negó que haya sido él quien impulsó al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, a intentar frenar el acuerdo de aumento del 24 por ciento para bancarios, y afirmó que «es un trabajo de equipo» del que participa tanto la cartera laboral como Hacienda y Modernización.