Es parte de la realidad social que se vive en la Argentina. Las políticas económicas del gobierno macrista no solo despojaron a la sociedad de sus hábitos de consumo, obligándolos a prescindir de gastos en ocio y recreación, en la gran mayoría de los casos el problema es la alimentación. Millones de familias no logran llegar a fin de mes y otras más no pueden sobrellevar las políticas hambreadoras instauradas el 10 de diciembre.
Ante este escenario social, un empresario gastronómico de la provincia de La Rioja tuvo la iniciativa de montar una «heladera social», Luis Planas, dueño del restaurante La Construcción, puso en marcha hace tres meses una heladera, en la que deposita alrededor de 100 porciones de comida gratuitas por día para que las retiren personas carecientes.
Planas aclaró que «no son sobras de comida sino que son platos que no se tocaron por nadie».
Alrededor de la mitad de la población de la provincia es pobre, según mediciones oficiales y privadas
Sin embargo, la demanda fue en aumento y la heladera «no da abasto», sostuvo.
El empresario explicó, en declaraciones a radio FM Fénix de La Rioja, que cada día están armando «una olla grande con 50 bandejas, más o menos, más lo que trae la gente» que se sumó a la iniciativa, que aporta otras 30 a 50 porciones.
Sin embargo, «el número de personas que buscan comida y que al principio eran 30 o 40, ahora son 120 o 130 personas», aseguró.
Por esa razón, Planas solicitó públicamente la colaboración de otros comercios y de personas particulares.
El problema se agudizó con el aumento de la inflación, los tarifazos en los servicios públicos, que ya se pagaban aquí mucho más caros que en Buenos Aires, y las suspensiones y despidos en el parque industrial local.
Unos 2.800 trabajadores industriales están subsidiados a través del plan nacional REPRO, hay cientos de suspensiones temporales y sólo en las compañías textiles hubo 50 despidos en lo que va del año, según el sindicato Foniva delegación La Rioja.