Algunos de los empresarios más importantes de la economía argentina también operan con guaridas fiscales. La información surgió de los “Panama Papers” y fue elaborada a nivel local por el diario La Nación. Allí se detalla la vinculación offshore de directivos como Eduardo Eurnekian (Corporación América), Gregorio y Jorge Pérez Companc, Amalia Lacroze de Fortabat (cuyos bienes gestionaba el ministro Alfonso Prat-Gay), la familia Blaquier, Héctor Magnetto de Clarín, Luis Pagani (Arcor), Alfredo Coto, Mercedes Bulgheroni (hija del fundador de la firma energética Bridas), la familia Madanes (Aluar), Alejandro Roemmers (Laboratorios Roemmers), Daniel Carlos Garbarino, Claudio Belocopitt (Swiss Medical Group), Antonio Tabanelli (Boldt), Francisco de Narváez (dueño de El Cronista y accionista minoritario de América TV) y Matías Garfunkel (Grupo 23). La participación de Mauricio Macri en sociedades radicadas en paraísos fiscales muestra que el Presidente forma parte del elenco del empresariado local que utiliza estructuras diseñadas para evadir impuestos y fugar divisas.

Las guaridas fiscales proveen regímenes tributarios preferenciales, con muy baja o nula imposición fiscal y sistemas de opacidad financiera. Por eso albergan el dinero de las personas más ricas del mundo y son un medio para evadir impuestos por parte de grandes multinacionales, cuyas actividades “reales” se desarrollan en países con regímenes regulares, pero sin embargo están constituidas u operan con cuentas y otras sociedades en las Islas Caimán, Panamá, Bahamas, Islas Vírgenes Británicas o Luxemburgo. Esa característica de los offshore es independiente de si la cuenta o la empresa fue declarada o no ante la autoridad fiscal local.

Según consigna el diario La Nación, los empresarios consultados dicen que recurrieron a inversiones offshore para salvarse de las restricciones derivadas “del cepo” cambiario y las “trabas al comercio” en la Argentina, por oportunidades de inversión y hasta por la incertidumbre electoral de 2015. También por las “facilidades operativas y los bajos costos que ofrecen esos paraísos fiscales”. Las justificaciones empresarias apuntan a una táctica circunstancial. Sin embargo, los paraísos fiscales cumplen un papel estructural en el funcionamiento de la economía argentina.

A través de diversas herramientas financieras y comerciales canalizan la fuga de capitales, que desde los últimos 40 años es fuente predilecta de ganancias del empresariado nacional, así como de merma de divisas y de recaudación para el Estado. Según estimaciones de distintas fuentes, el stock de capital propiedad de residentes argentinos radicado en el exterior oscila entre los 205 mil millones de dólares y 376 mil millones. Según la ONG Red de Justicia Federal, entre 1970 y 2010 Argentina figura en el octavo lugar entre los principales orígenes de fondos depositados en paraísos fiscales. A continuación, los empresarios implicados:

– Amalia Lacroze de Fortabat, dueña de la cementera Loma Negra hasta su venta a la brasileña Camargo Correa, operó con Rosewall Enterprises en Panamá, Islas Vírgenes y Seychelles. La empresaria falleció en 2012 pero todas sus compañías permanecen activas. El actual ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso PratGay, fue apoderado de la cuenta de Fortabat en la sede del HSBC en Ginebra, Suiza.

– Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín, cuenta con un poder de administración que abarca una cuenta bancaria abierta en el banco UBS de Ginebra, Suiza, vinculada a la sociedad East River Associates Corporation, constituida en las Islas Vírgenes Británicas, que operó entre 2001 y 2012, cuando fue disuelta.

– Gregorio y Jorge Perez Companc aparecen como dueños de las firmas panameñas Pima Investments e Impex Holdings, respectivamente, atadas al Banco Itaú. Impex Holdings posee inmuebles.

– Los Blaquier, dueños de los ingenios jujeños donde se produce el azúcar Ledesma, están vinculados a dos offshore en las Bahamas (Financiere Translemanique y Derby Services, también con lazos con el UBS suizo), una en Panamá (Cabonor International Corp, donde aparece Alejandro Blaquier) y la restante en Islas Vírgenes (Dunmoore Trading, donde se enumera a Carlos Herminio, Agustina, María, Carlos Alberto y Milagro Blaquier, y María Marta Taquini como beneficiarios finales).

– Eduardo Eurnekian operó Corporación América desde Panamá entre 1996 y 2003. Lo hizo como parte de un consorcio internacional dedicado a administrar aeropuertos. Además, Martín Eurnekian, uno de sus sobrinos, apareció como beneficiario de Airfuel International, creada en 2005.

– Los Pagani, dueños de Arcor SA, también guardan relación con los paraísos fiscales. Luis Alejandro es “beneficiario final” de Quinam Investments y Roquel Properties, ambas todavía en actividad. Mario y Lilia Pagani figuran como accionistas de Lafico Group Limited.

– Alfredo Coto, dueño de la cadena de supermercados, controla Leopold Company desde 2012, a través del estudio uruguayo de Juan Pedro Damiani. La firma permanece activa, sin cuentas bancarias asociadas.

– María de las Mercedes Bulgheroni, hija del fundador de la compañía energética Bridas y hermana de Carlos y Alejandro Bulgheroni, figuraba como titular de la offshore First Financial Worldwild Limited, aunque con actividad sólo entre 2002 y 2003. El diario La Nación aclara que un vocero de los Bulgheroni dijo que “mientras negociaba una operación le ofrecieron completarla mediante esa sociedad, pero ella se negó a firmar y a hacer esa operación de ese modo. Debieron disolver esa sociedad”.

– La familia Madanes, de la monopólica Aluar, figura en la lista de Panamá Papers a través de varias compañías. La panameña Mylton Services Portfolio es controlada por Miguel Madanes, mientras que otros miembros de la familia aparecen vinculados a sociedades en Islas Cook y Bahamas.

– Alejandro Roemmers, del laboratorio homónimo, figura como dueño y accionista de Light 31 Portfolio, creada en las Islas Vírgenes, para comprar bienes inmuebles en Estados Unidos. Además, aparece la firma Roemmers Internacional (Panamá), aunque figura como “suspendida”.

– Daniel Carlos Garbarino, aparece con la sociedad Russelville Holding International, con sede en Panamá, activa desde 2012. “La sociedad se creó para comprar departamentos en Argentina y Uruguay, pero eso no prosperó”, indicó un vocero de la firma.

– El presidente de Swiss Medical Group, Claudio Belocopitt, registró seis firmas en las Islas Vírgenes durante 2015, que se suman a una sociedad panameña creada en 2005 y luego disuelta.

– Mastellone Hnos., que controla junto a Sancor el mercado lácteo local, aparece vinculada a Across Enterprises Ltd. “Es un broker que intermedia en el mercado internacional entre importadores y exportadores y, por lo cual, cobra servicios. Tuvimos relaciones comerciales años atrás, pero no tiene vinculación societaria con Mastellone”, aclararon desde la empresa.

– Antonio Tabanelli, fundador de Boldt SA, dedicada a la explotación de juegos de azar, es accionista de tres sociedades: Equipos Sud Americana SA (Panamá), Wastegate International GMBH (Bahamas) y Automación Gráfica (Bahamas). Su hija Rosana Tabanelli aparece, además, como directora de la firma ICM SA de Panamá.

– Francisco de Narváez, dueño de El Cronista, accionista minoritario de América TV y ex diputado nacional, está vinculado a cuatro sociedades offshore: Willowbrook Trading Inc., Power Horse Properties Inc. y Titan Consulting Ltd. (con una cuenta en Suiza), todas en Islas Vírgenes Británicas; y La Esperanza Associated Corp., en Panamá. La mayoría se utilizaron para canalizar operaciones vinculadas a Casa Tía.

– Matías Garfunkel también eligió a Mossack Fonseca y las Islas Vírgenes Británicas. El socio de Sergio Szpolski en el Grupo 23, que fue vaciado en apenas unos meses, figura como director y con un poder general otorgado en 2010 para actuar en nombre de Collette Finance Ltd.

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