«El millón de alumnos y docentes que recorrió Tecnópolis y participó de la propuestas educativas de la feria de arte, ciencia y tecnología es una meta cumplida», dijo a Télam Osvaldo Mendieta, integrante de Proyecto Tecnópolis, el área de la Dirección de Políticas Socioeducativas del Ministerio de Educación.

La feria de arte, ciencia y tecnología de Villa Martelli superó el objetivo del millón (solo de alumnos y docentes) desde que comenzó, en 2011, cuando entre los visitantes se propuso incluir a los estudiantes de todos los niveles de la enseñanza.

De 36 guías al comienzo, el Proyecto Tecnópolis pasó en cinco años a tener 200 para poder acompañar la cada vez más nutrida concurrencia de escuelas a la feria.

Los guías, según informó Mendieta, desarrollaron un proyecto pedagógico para cada nivel: inicial, primaria, y secundaria, que llevaron adelante con cada grupo, tras su llegada y alojamiento en hoteles del centro porteño, y la visita al casco histórico de la Ciudad de Buenos Aires.

La experiencia dividió los grupos según fueran de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano, (corta distancia); de la provincia de Buenos Aires (media distancia); o del resto de las provincias (larga distancia).

Un día histórico para el integrante de Proyecto Tecnópolis fue el que contó con la visita de una única escuela en la feria: la EP 21 de la localidad del conurbano bonaerense de San Miguel.

«Ese día se tomaron la foto emblema bajo el arco de Tecnópolis y secundados por el más imponente de los dinosaurios los 1.000 chicos de la escuela, la matrícula completa», recordó Mendieta.

«Ese día fue emocionante ver una escuela completa dentro de Tecnópolis, toda la feria para ellos», comentó.

Unos 90.000 alumnos en 2011; 120.000 en 2012; 170.000 en 2013; 240.000 en 2014; y 380.000 en 2015 completaron el millón en los cinco años, lo que fue considerado «un logro» para el equipo encargado de organizar las guiadas en Tecnópolis.

«Nuestra expectativa es procesar y documentar los registros que hemos hecho en todo este tiempo, para completar el proceso pedagógico», informó Mendieta.

Según el docente, el Proyecto Tecnópolis «busca que los chicos se acerquen al arte, a la ciencia y a la tecnología en el marco de un modelo de país que necesita estimular la elección de carreras universitarias, terciarias relacinadas con estos conocimientos».

A un mes de culminar el quinto año de Tecnópolis, los Ministerios de Educación; y de Ciencia y Tecnología, a cargo de Alberto Sileoni y Lino Barañao respectivamente -los dos con mayor presencia en la megaferia desde sus comienzos- trabajan en la organización del último mes de actividad.

Entre las atracciones, se destacan la Montaña de Newton, un simulador que mostró de forma directa los descubrimientos del gran científico.

Además, sobresale el nuevo y gigantesco dinosaurio de la familia de reptiles prehistóricos que ya son un clásico del Parque del Bicentenario.

La pista de hielo de 550 metros cuadrados, y el tobogán de nieve de 16 metros de altura, que en primavera funciona como atracción acuática, es otra de las propuestas más buscadas por los visitantes.

La tecnología 4D se pone al servicio de una experiencia inédita: un viaje en pesquero en medio de una tormenta feroz, que convoca a grandes y chicos atraídos por el desafío.

Mientras que el espacio interactivo dedicado al Arsat-1 invita a los más entusiastas admiradores del espacio a construir su propio satélite.

Entre los espacios de recreación más visitados, se destaca la nueva cancha de básquet callejero y otros deportes urbanos en el espacio Néctar; y la renovada y nutrida agenda de shows y actividades en la Nave de la Ciencia.

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