El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero, encabezó este mediodía en el Palacio San Martín, un emotivo homenaje a quien fuera canciller argentino en el período 2010-2015, junto a familiares, amigos y compañeros del diplomático, político y periodista fallecido el 30 de diciembre de 2018.
En el acto, estuvieron presentes el jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manzur; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; junto funcionarios, familiares y amigos del ex Canciller.
Cafiero aseguró que “este es un acto de reparación que buscamos desde el primer día, porque era necesaria esta justicia histórica, rodeados de afectos, de amigos y admiración; y creo que es el inicio de un camino de reivindicación de su testimonio y entrega”. Y puntualizó: “En el plano político y diplomático hay muchas cuestiones sobresalientes, entre otras las relacionadas a Malvinas, la soberanía, el interés nacional, la injusticia de la arquitectura financiera internacional y cómo socava los derechos y las posibilidades de desarrollo de países como los nuestros”.
“En ese sentido logró en 2015 una votación histórica en la Asamblea de la ONU. Abrió esta casa a las Madres y Abuelas para profundizar este pilar de la política exterior argentina que es la defensa de los derechos humanos y estuvo al frente de misiones diplomáticas muy significativas en defensa de la democracia en la región tanto en Ecuador, con Rafael Correa, como en Paraguay con Fernando Lugo” recordó el titular del Palacio San Martín.
Del mismo modo, Cafiero anunció que el Salón Norte de la Cancillería se llama a partir de ahora “Salón Canciller Héctor Timerman” y señaló que “con este acto el Poder Ejecutivo Nacional busca reparar la injusticia que sufrió Héctor; que como queda claro, se destacó por su compromiso, por su lealtad y por su entrega a su país y a su patria.”
Javier Timerman, hermano del ex canciller, destacó que “recuerdo que aún en el grado más avanzado de su enfermedad él tenía el deseo de testificar para esclarecer y contar su verdad” y sostuvo “pudo testificar al final de sus días, pudo defender a sus colegas y al honor de la Argentina, y creo que la victoria final de Héctor fue por la memoria, recuperar la memoria que le permitiera decir la verdad. Les pido a ustedes, amigos, que mantengan viva su memoria, porque creo que si hay alguien que dio la vida por la patria fue mi hermano”.
A su turno, la directora de Asuntos Jurídicos del Senado de la Nación, Graciana Peñafort señaló: “Este acto da cuenta de la importancia estratégica de tener una Cancillería que piense y ponga como tema central los intereses de la Argentina y de los argentinos, y esa es la gran enseñanza que como ciudadana y amiga me dejó Héctor Timerman: es posible hacer una gestión pública que no priorice el interés personal, las propia vanidad, el buen nombre, sino los intereses de la Argentina, y eso es lo que hizo Héctor Timerman. Murió un hombre pero no un legado”.
A través de un video, el actual embajador argentino en Rusia y ex vicecanciller de Héctor Timerman, Eduardo Zuain, afirmó: “Héctor nos va a seguir acompañando en el sueño inconcluso de la patria grande, de la integración regional y en la lucha por el ejercicio efectivo de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”.
Durante la gestión de Timerman como canciller, fueron destacables sus esfuerzos para brindarle mayor visibilidad y jerarquía a la política de Derechos Humanos de la Argentina con importantes acciones tales como la de establecer en 2011 un Relator Especial para la Promoción de la Verdad, la Justicia y la Reparación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Y en el seno de la OEA negoció y logró la aprobación en 2015 de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos de las Personas Mayores.
De igual manera, realizó importantes gestiones con sus pares de Chile, Brasil y Uruguay que llevaron a la firma de Acuerdos para Intercambios de Archivos sobre Violaciones a los Derechos Humanos, consolidando de esta manera una política de cooperación con otros países para el esclarecimiento de delitos de lesa humanidad.