Horacio Verbitsky, periodista, escritor y militante de los Derechos Humanos y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales

por Gabriel Eiriz – @gabrieleiriz

En el marco de la marcha por los 40 años del último golpe cívico-militar que sufrió la Argentina el 24 de marzo de 1976, Portal de Noticias entrevistó al presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, para reflexionar sobre los cambios políticos, sociales y culturales que atraviesa hoy la Argentina y en los que se presenta esta fecha emblemática.

El encuentro fue unas horas antes que iniciara la multitudinaria marcha que organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos realizaron hoy en Plaza de Mayo.

A 40 años del golpe cívico-militar, ¿qué valor le asignas al proceso que llevó adelante la última dictadura?

La dictadura fue exitosa en remodelar estructuralmente la sociedad argentina. Introdujo modificaciones en la composición social, en las relaciones de las clases sociales, en la hegemonía y una de las consecuencias de eso es que 40 años después llegue al gobierno por la vía electoral, un partido de la derecha patronal.

Lo que vivimos hoy es una de las consecuencias de la dictadura y nos indica que las transformaciones que se introdujeron en la década anterior, no fueron suficientes, fueron muy importantes pero no consiguieron revertir esa transformación estructural exitosa que produjo la dictadura, y permitieron la emergencia de lo que está ocurriendo hoy en nuestro país.

¿Le crees al presidente Macri cuando manifiesta su voluntad de seguir el proceso de memoria, verdad y justicia?

Por un lado hay un reconocimiento al proceso de memoria, verdad y justicia, hoy lo hicieron juntos los presidentes Macri y Obama en el Parque de la Memoria.  Pero por otro lado hay un desaliento al progreso de los juicios en otras direcciones, un desmatelamiento de las áreas estatales que producen información útil para los juicios, la eliminación de la dirección de Derechos Humanos del Banco Central, de la Comisión Nacional de Valores, del grupo de trabajo del ministerio de Seguridad que estaba abocado a la identificación de cadáveres, los despidos del personal de la Unidad de Memoria, Verdad y Justicia del ministerio de Justicia de la Nación, que muestran el difícil equilibrio entre las distintas tensiones y relaciones de fuerza que existen en este momento.

¿Te imaginas al gobierno obstaculizando los juicios por delitos de Lesa Humanidad?

El gobierno no puede impedir el avance de los juicios y es importante que el presidente haya hecho ese reconocimiento y yo en lo personal, realmente lo valoro. Lo mismo respecto al secretario de Derechos Humanos, que se refirió al tema en un reportaje que brindó al diario El País, valorando la importancia de estos juicios y el hecho de que no hay marcha atrás.

No obstante, al mismo tiempo nosotros denunciamos por un lado este retaceo por parte del Estado en los aportes imprescindibles para el avance de los juicios, y por otro lado una serie de decisiones de política general, que sin duda, van a producir nuevas violaciones de los derechos humanos, distintas a las que ocurrieron durante la dictadura, no va a haber desaparecidos, la situación es otra. Pero con altos niveles de desempleo que van a volver a generarse, con reducción de salarios, con una distribución más inequitativa del ingreso, con represión y con violencia institucional.

Hoy el presidente justamente se refirió a la violencia institucional y manifestó su repudio en ese sentido. ¿Pensas que lo dice para la tribuna?

Es cierto, el presidente hizo un repudio a la violencia institucional, lo cual en las palabras está muy bien, pero en la práctica ¿cómo se llama a las agresiones de la gendarmería y la policía contra grupos de trabajadores, contra vecinos y contra chicos de una murga?

Las fotos son vergonzosas, ese chiquito con un impacto de bala en la frente que por dos centímetros no le vació un ojo, esas piernas con diez impactos de balas de caucho, las espaldas con más de veinte impactos, ¿como se le llama a eso, sino violencia institucional?

Entonces, ¿no le creés nada a Macri?

Es un panorama complejo, contradictorio. Hay cosas positivas que nosotros no estamos dispuestos a ignorar, que las valoramos, las respetamos, pero hay otras que son profundamente inquietantes y que estamos dispuestos a denunciar y combatir.

¿Cual es el rol que va a tener el CELS en este nuevo escenario del político y social?

El CELS va a hacer lo que vienen haciendo desde hace 37 años cuando fue fundado, denunciar las violaciones a los derechos humanos, las del pasado, pero también las del presente y las que puedan producirse en el futuro. Y ampliando el espectro, es decir no solo ir a la justicia por los crímenes de la dictadura, sino también contra la violencia institucional, contra las violaciones a los derechos económicos, sociales y culturales. Y siempre exigiendo responsabilidad a todos los sectores que han tenido algún tipo de participación y no recortando arbitrariamente, los militares sí, pero los empresarios no.

Pese a todos estos cambios que se vienen dando en Argentina, ¿crees que la memoria está vigente?

La memoria está absolutamente vigente y eso explica por qué el presidente Obama fue al parque de la memoria, por qué el presidente Macri habló de memoria, verdad y justicia. Porque eso está profundamente enraizado en el suelo de la sociedad y entonces nadie puede ignorarlo.

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