Las importaciones de bienes de consumo muestran en el primer bimestre un fuerte avance en relación al año pasado. Según datos del comercio exterior a los que accedió Página/12, las importaciones de artículos de perfumería, higiene personal y cosmética subieron un 30,9 por ciento, la indumentaria avanzó un 20,5, los muebles un 17,3 y el calzado un 7,4 por ciento.

En un contexto de caída de la actividad económica y del consumo, el incremento de las compras externas guarda relación con las mayores facilidades que ofrece el nuevo esquema importador. Esa situación genera preocupación en sectores industriales pymes que emplean mucha mano de obra y no están en condiciones de soportar una avalancha importadora. Como señal adicional sobre el rumbo comercial, Roberto Azevêdo, titular de la Organización Mundial del Comercio (OMC), guardián global de la libertad de comercio, visitará la Argentina en los próximos días, en coincidencia con la presencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Según cálculos del economista Mariano Kestelboim entre el 11 de diciembre de 2015 y el 5 de enero Argentina importó un 66,7 por ciento más en la comparación interanual. Ese fuerte incremento se debió a la aprobación automática de unos 35 mil pedidos de importación que se habían cursado a través de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) y estaban frenados desde el final del Gobierno anterior. Fuentes del sector productivo afirman que se aprobó todo, incluso solicitudes que se habían presentado por duplicado o triplicado, algunas de las cuales los importadores ya habían dejado de prestarles atención. Ante las quejas de los industriales nacionales, las autoridades de la Secretaría de Comercio le echaron la culpa a la gestión anterior, aunque luego admitieron que habían sido ellos los que firmaron esa cantidad de aprobaciones durante la segunda quincena de diciembre.

Los datos oficiales del Indec marcan que en diciembre las importaciones subieron un 1 por ciento interanual y que en enero se registró una baja del 4 por ciento a nivel agregado. Es un comportamiento lógico en función del estancamiento de la economía argentina y la caída de la demanda luego de la fuerte devaluación del peso y suba de la inflación sin medidas compensatorias suficientes sobre el ingreso de los trabajadores.

Sin embargo, es interesante observar la evolución de las importaciones por rubros, particularmente en sectores sensibles donde la industria local compite con los productos del exterior. Según datos a los que accedió este diario, las importaciones de calzado pasaron de 64,6 a 69,3 millones de dólares entre el primer bimestre de 2015 y de 2016, un aumento del 7,4 por ciento. Las compras externas de indumentaria subieron de 60,8 a 73,3 millones, un 20,5 por ciento; la importación de muebles terminados avanzó de 43,4 a 50,9 millones, un 17,3 por ciento, mientras que la química de consumo (que comprende cosmética, perfumería y cuidado personal y limpieza), creció de 72,9 a 95,4 millones, lo que representa una suba interanual del 30,9 por ciento.

“Si bien se trata de los primeros meses de la nueva gestión, ya se está produciendo una caída de los pedidos a la industria local”, advierte Marco Meloni, de ProTejer. En cambio, Rubén García, de la Cámara de Importadores, dijo a este diario días atrás que “a la fecha no tenemos socios que adviertan que la aprobación de las Licencias No Automáticas de importación se demoran más de lo permitido por la OMC, que son 60 días para expedirse ante la solicitud. No tengo ni un socio que me diga que está en el día 61. El sistema de importación está activo y sin quejas”.

Apenas asumió, el Gobierno modificó el sistema de administración de importaciones. A instancias de un duro fallo adverso de la Organización Mundial del Comercio, el Gobierno eliminó las DJAI, que monitoreaban todo el abanico de las compras al exterior, y las reemplazó por las LNA, que pesan sobre el 19 por ciento de las importaciones totales. Las LNA se utilizaron antes de las DJAI como forma de protección comercial, aunque todavía no está claro qué rol efectivo tendrán en esta etapa. Por lo pronto, una señal contundente en la línea de la liberación de la administración del comercio es la visita la semana próxima del brasileño Roberto Azevêdo, jefe de la OMC, en paralelo a la del presidente estadounidense, Barack Obama.

En la última década la administración del comercio permitió que muchas empresas ganen participación en el mercado local en relación a las importaciones, con efecto positivo en el empleo y los salarios y también con impacto en la inflación. Empresas de rubros tan disímiles como transformadores eléctricos, motocicletas, zapatos, ropa deportiva, química, laboratorios, alimenticias, perfumería, marroquinería, juguetes, maquinaria agrícola, autopartes, línea blanca o carteras invirtieron y contrataron personal a partir del resguardo de las importaciones en un contexto de crecimiento del consumo.

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