El presidente Mauricio Macri inauguró las sesiones ordinarias del Congreso con durísimas críticas a la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que el «el modelo de crecimiento con inclusión social nos llevó a más pobreza y exclusión» y afirmó que recibió «un Estado mal gesitonado», que «gastó más de lo que podía».
«Lo primero que tenemos que reconocer es que no estamos bien, aunque nos duela, aunque cueste», comenzó el mandatario su alocución ante la Asamblea Legislativa y anunció que brindará «una hoja de ruta» para corregir los problemas que dejó, a su criterio, el gobierno anterior.
«Quiero ser claro sobre el punto de partida: venimos de años en que el Estado mintió sistemáticamente, confundiendo a todos y borrando la línea entre la realidad y la fantasía», sentenció el mandatario, que aseguró haber recibido «un Estado mal gestionado, con instrumentos de navegación rotos». «Faltan documentos, no hay estadísticas, no hay un papel», señaló.
Asimismo, reivindicó al ex presidente Néstor Kirchner, quien “habló de la importancia de los superávits gemelos. Eso después fue dejado de lado”. Y señaló la “delicada situación fiscal” que atraviesa el país, la cual “va a llevar tiempo cambiar, pero estamos comprometidos a hacerlo”.
«Nos encontramos con un país lleno de deudas, deudas de infraestructura, deudas sociales, deudas de desarrollo», denunció el Presidente. Y sentención: “Nos comimos nuestro capital”.
Otro de los temas alcanzados por el discurso de Macri fue el conflicto con los fondos buitre: “No resolver este conflicto les costó caro a los argentinos y favoreció a los tenedores de bonos. Mientras la deuda aumentaba, se pagó al club de París, sin negociar intereses y punitorios. Dependerá de este Congreso si terminamos de cerrar este conflicto que lleva 15 años”.
Una de las deudas que mantiene el país con sus habitantes, según indicó el mandatario, es la creación de puestos de trabajo. «Durante los últimos cuatro años no creció el empleo en la Argentina. Alrededor de 1.200.000 personas están hoy desempleadas», marcó, al tiempo que denunció que “lo que aumentó es el empleo público, el cual creció un 64 por ciento.
“Encontramos un Estado plagado de clientelismo, de despilfarro y corrupción. La corrupción mata, como lo demostró Cromañón, la tragedia de Once”, agregó.
Y añadió: «Mayor gasto público no implicó mejores políticas públicas. Nos encontramos con un Estado débil. Las políticas de seguridad de los últimos años han sido un fracaso, por eso los argentinos se sienten desprotegidos y con miedo».
Respecto a la inseguridad, Macri aseveró que “no es una sensación, es un flagelo que ha sido negado sistemáticamente. Desde el 2008 no se publican los datos del delito”.
En ese sentido, advirtió que “Argentina es un país prospero para los narcotraficantes. Será una tarea de la Justicia investigar y determinar si lo que recibimos es producto de la desidia, la incompetencia, o la complicidad”.
En otro tramo del discurso, el jefe de Estado alentó al pueblo a que “levantemos la vara y comparémonos con todo lo que podemos hacer. Ése es el desafío”.
“Es momento de unir a los argentinos y respetar nuestras diferencias. Lo primero que hicimos fue convocar a nuestros gobernadores, más allá que la mayoría no pertenece a Cambiemos. Quiero agradecerles por su generosidad. El poder no es propiedad de nadie. El sentido del poder es respetar la ley y servir al ciudadano”, completó.
A su vez, señaló que «este año se cumplen 40 años del golpe militar, un golpe que consolidó la época más oscura de nuestra. Que nos sirva para decir todos juntos: nunca más a la violencia institucional y política».