Rodeado por 200 ejecutivos de las diferentes emrpesa que forman al multimedio, Magnetto aseguró que, a pesar de las críticas que el Grupo ha recibido en relación a su objetividad e independencia, “no nos prostituimos. Gracias por acompañarnos a no resignarnos, de no darnos por vencidos. Gracias por ayudarnos a mantener una vocación periodística y ética puesta al servicio de hacer de nuestro país un lugar más libre y civilizado”.
En años que ha contado con la protección de la corporación judicial para no tener que adecuarse a la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el discurso del mandamás del Grupo reiteró la posición de víctima que ha elegido el multimedio y que le ha dado frutos: “Me animo a decir que no existen otras organizaciones empresarias que hayan vivido un hostigamiento tan profundo y prolongado del Estado”.
Esta semana, el Grupo embistió contra la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) a través del juez Claudio Bonadío, que ordenó un insólito allanamiento en la sede del organismo nacional.
Sin embargo, Magnetto aseveró que la esencia del Grupo es el respeto a la ley: “Esa esencia tiene que ver con la legítima aspiración a una sociedad más integrada, que pueda progresar sin exclusiones, con un faro en la libertad y otro en la igualdad de oportunidades y ante la ley, cuya supremacía sea un valor compartido por todos los argentinos”.
“Ni a nuestra esencia ni a nuestro proyecto los define una pelea con una facción política”, sostuvo, a pesar del claro sesgo antikirchnerista de sus principales estrellas y espacios, además de haber encabezado innumerables operaciones de desprestigio contra los funcionarios nacionales más importantes, comenzando por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
“Seguiremos bregando por esa visión desde el periodismo y los medios, ejerciendo a rajatabla la libertad de expresión que defendimos estos años. Un grupo que ya lleva 70 años sin vender ni venderse nunca”, arengó Magnetto, que actualmente está siendo “investigado” por el Poder Judicial por posible complicidad con la última dictadura cívico-militar.
También participaron del encuentro los operadores de la derecha vernácula, Rosendo Fraga y Natalio Botana, además de los economistas Carlos Melconián, Ricardo Arriazu y Miguel Bein.
