Las cosas están tensas entre los países de América Latina y el gobierno de Nicolás Maduro. Venezuela atraviesa la peor de sus crisis y más de 4 millones de venezolanos ya abandonaron el país caribeño.
Sin embargo, pese al difícil momento político, económico y social que atraviesa ese país, los presidentes de la región eligieron desconocer la legitimidad de Nicolás Maduro y en esa embestida le dan la espalda a todo el pueblo venezolano.
Durante el la Cumbre de las Américas, el presidente argentino renovó sus críticas al gobierno venezolano y las profundizó, dijo que la Argentina «va a desconocer cualquier elección que surja de un proceso de este tipo, eso no es una elección democrática«, en alusión a las presidenciales convocadas por Nicolás Maduro para el 20 de mayo. Además, instó a sus pares a «seguir trabajando juntos por una verdadera salida democrática y pacífica para Venezuela». No será fácil. Muchos países muestran resistencia. Otros, directamente, están en contra de esa posición, como Bolivia.
Sin embargo, en Europa ven la política de otra manera. El canciller español, Alfonso Dastis, celebró junto a Maduro el regreso de los diplomáticos de ambos países a sus embajadas luego de que las relaciones bilaterales se enturbiaran a raíz de las sanciones acordadas por la Unión Europea (UE) contra siete altos funcionarios venezolanos.
«Saludo la llegada del embajador de España en Venezuela, con las dos manos lo recibo y nuestro embajador, Mario Isea, sale a Madrid y ojalá las relaciones mejoren», expresó entusiasmado el mandatario caribeño a través de una transmisión anoche por la red social Facebook Live.
Maduro dijo que quiere España «a pesar de la mala propaganda y campaña permanente que tienen en mi contra y de la revolución bolivariana», pero sin embargo subrayó: «Creo que es un buen paso».
«Ojalá con España y la Unión Europea podamos seguir avanzando en nuevos pasos de entendimiento y cooperación», agregó.
Por su parte, Dastis se mostró más cauto y enmarcó la vuelta de los embajadores de España y Venezuela a sus países dentro del diálogo y para favorecer una salida «dialogada, pacífica y democrática para la crisis» en el país latinoamericano.
«No vamos a restablecer las relaciones porque no las hemos roto nunca», precisó el jefe de la diplomacia española antes de participar en un foro en Casa África en Las Palmas de Gran Canaria.
El ministro español de Asuntos Exteriores se refirió al anuncio realizado ayer por los gobiernos de España y Venezuela de que iniciaban el proceso para normalizar sus relaciones diplomáticas, después de que en enero pasado Caracas expulsara al embajador español y el país europeo respondiera con una medida similar.
«Tuvimos que responder de manera recíproca», reconoció Dastis en alusión a la decisión del gobierno de Venezuela del pasado 25 de enero.
Según Dastis, ahora se acordó, junto con el canciller venezolano, Jorge Arreaza, «restablecer el diálogo a todos los niveles», lo que permitirá el retorno de los embajadores, que se efectivizará en los próximos días.
Para el canciller español, se trata de «mantener ese diálogo que nosotros siempre hemos entendido que es importante para favorecer una salida dialogada, pacífica y democrática a la crisis en Venezuela».
Las relaciones entre ambas naciones se tensaron en enero pasado luego de las sanciones acordadas por la Unión Europea contra siete altos funcionarios chavistas.
El 25 de enero el gobierno venezolano declaró persona no grata a Jesús Silva Fernández, embajador español en Caracas, por las «continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia» del gobierno de Madrid en los asuntos de Venezuela, y le dio un
plazo de 72 horas para abandonar el país, un hecho que al día siguiente generó que el gobierno español hiciera lo propio con Isea.