No es la primera vez, y por cierto no será la última. La nueva estrategia PRO es atacar tanto a la expresidenta, como a sus seguidores y potenciales electores. Es que el ecuatoriano experto en marketing político, Jaime Durán Barba ya le hizo saber al gobierno que a Cristina no le roban un solo voto de lo que llaman «su núcleo duro», entonces delinearon una estrategia doble: por un lado, ir por los votos de Sergio Massa y Florencio Randazzo y en segunda instancia descalificar y agraviar a quienes confían en que la exmandataria es la solución para frenar el ajuste del gobierno que a le desorganizó la vida a los argentinos en los últimos 18 meses.

El principal asesor electoral del Gobierno de Cambiemos dió su polémica y agraviante visión del votante de Cristina Kirchner: «El voto duro a Cristina está vinculado a la economía informal, a la falsificación de marcas, a los que viven de subsidios y el narcomenudeo». A la luz de la opereta que armó el programa que conduce Jorge Lanata a propósito del caso del menor llamado «El Polaquito», a quien los medios hegemónicos estigmatizan y buscaron incluir a todos los pibes excluídos por el sistema bajo la denominación «Los Hijos de Cristina», Eduardo Feinnman Dixit. 

En su habitual columna en el diario Perfil, Jaime Durán Barba, asesor clave de Mauricio Macri, describió a los votantes opositores a Macri con calificativos agraviantes.

«(el votante kirchnerista) tiene poca información de lo que ocurre en el mundo, cree que sería mejor que todas las empresas fueran estatales para que subsidiaran sus productos, cree en líderes mesiánicos, votará fácilmente por el populismo»

No conforme con los mencionados insultos al electorado argentino, el asesor de Cambiemos dió su particular versión sobre las diferencias entre los votantes macristas más humildes.

Según Durán Barba «a pesar de sus pobres recursos, gastan lo que pueden para que sus hijos estudien, progresen«.

En contraste, los sectores más humildes de votantes kirchneristas «normalmente no hacen esfuerzos para que sus hijos estudien y se preparen para un futuro que parece inalcanzable».

Es el odio de clase que fomenta ese sector de la sociedad que hoy gobierna y encarna el presidente de la Nación, y que claramente buscan un país que contenga a las clases medias y medias altas y dejan relegados a los sectores más vulnerables abandonados a su suerte. El camino elegido es muy peligroso, pero parece que Cambiemos está dispuesto a correr esos riesgos.

Hace pocos días, la estrategia se empezó a vislumbrar en los dichos de varios funcionarios y también en algunos opositores funcionales al macrismo -que ante la impotencia de no poder contra la dos veces presidenta-, eligió embestir contra sus electores, fomentando aún más la «grieta» que existe entre ricos y pobres. Mirá lo que decía la socialista Alicia Sciciliani…

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