El Gobierno argentino expresó hoy, a través de un comunicado difundido por la Cancillería, que recibió «con desagrado la noticia de un supuesto vocero del gobierno estadounidense que en forma anónima contesta las varias solicitudes de asistencia para ubicar el paradero del ex agente de inteligencia Jaime Stiuso».
El ministerio de Relaciones Exteriores, conducido por el canciller Héctor Timerman, difundió esta tarde un texto en el que expresó el desagrado del Gobierno luego de que un vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos indicara a distintos correponsales argentinos en ese país que país «no hará comentarios» sobre el paradero del ex espía Antonio «Jaime»
Stiuso, buscado, entre otros, por las autoridades de la UFI-AMIA con la intención de que rinda cuentas sobre su papel en la investigación del atentado terrorista ocurrido en 1994.
En el texto -que mañana se le entregará al Embajador de Estados Unidos en Argentina, Noah Mamet- se detalló cómo fueron los distintos pedidos realizados por Argentina, incluso antes de que la mandataria Cristina Fernández de Kirchner se refiriera ayer al tema durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
«Los pedidos argentinos no fueron anónimos, todos y cada uno de ellos fueron realizados en forma pública, con la firma del responsable y sin ocultar o mentir sobre los motivos de dichos pedidos. Esperamos un trato similar por parte de las autoridades estadounidenses», sostuvieron desde Cancillería.
«El día 30 de julio el Canciller Héctor Timerman y el Director de la Agencia Federal de Inteligencia, Dr. Oscar Parrilli, mantuvieron una reunión con el embajador Noah Mamet donde se le explicó los motivos por los cuales solicitábamos la cooperación de su país para ubicar al Sr. Stiuso», detallaron.
«Se le explicó en forma clara -indicaron- que por tratarse de un ex agente de inteligencia estaba obligado por ley a presentarse cada vez que fuese citado por las autoridades. El Sr. Stiuso ha violado dicha obligación. El Embajador Mamet se comprometió a darnos una respuesta. Todavía no cumplió con el compromiso asumido».
«Ante la falta de respuesta, la Embajadora Cecilia Nahón mantuvo el 2 de septiembre una reunión con el funcionario del Departamento de Estado Alex Lee reiterando dicho pedido», continuaron.
Desde el ministerio de Relaciones Exteriores señalaron que «llamó la atención de la Embajadora que el Sr. Lee habló del ‘asesinato de Alberto Nisman’ por lo que la Embajadora Nahón pidió que aclare si tenía información al respecto sin recibir ninguna respuesta concreta salvo decir que no tenía opinión sobre las circunstancias de la muerte del fiscal Nisman».
«Ante el silencio del Gobierno estadounidense, la Embajadora Nahón vuelve a remitir el pasado 9 de septiembre un escrito reiterando el pedido de cooperación sin recibir, una vez más, respuesta a la solicitud», detallaron desde Cancillería.
Además remarcaron que «la Justicia argentina ha enviado 8 exhortos sin que hasta el momento haya recibido la información requerida».
El «contestador anónimo» del Departamento de Estado «debería saber que desde el mes de abril los fiscales de la Unidad AMIA se han visto imposibilitados de citar al ex agente Stiuso por desconocer su paradero por lo que emitieron una alerta azul para que Interpol ubique a dicha persona», indicaron.
Ayer, en las Naciones Unidas, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se refirió a la falta de cooperación del Gobierno de Estados Unidos en un tema estrechamente vinculado con el terrorismo internacional como fue el atentado a la Mutual judía.
«La presidenta argentina no fue la única que se refirió al flagelo del terrorismo. Varios líderes colocaron dicho tema entre las prioridades globales. También lo hizo el Presidente Barack Obama, quien si quiere ser efectivo en combatir el terrorismo internacional debería comenzar con cooperar con los demás gobiernos y no contestar con personas sin nombre ni cargos oficiales», sostuvieron.
Y concluyeron: «De esto hablaba la Presidenta cuando en su discurso ante el plenario de las Naciones Unidas se refirió al doble estándar en las relaciones diplomáticas».