El Programa “Acceso de productos regionales argentinos en las grandes superficies de venta” incluye a los bienes “vinculados a un determinado lugar geográfico argentino, cuyas características e insumos se deban exclusiva o esencialmente a dicho medio geográfico”.

 
La resolución 386 de la Secretaría de Comercio publicada en el Boletín Oficial, detalla que se trata de productos “elaborados mediante un proceso productivo no seriado, mayoritariamente artesanal o semiartesanal, en el que intervienen trabajadores con un saber técnico particular”.

 
“El actual escenario político y económico -explica la medida- sugiere una oportunidad de acompañamiento y coordinación del Estado nacional en la concreción de acciones estratégicas” que favorezcan especialmente el crecimiento de las Pymes regionales.
Se justifica, en ese sentido, la difusión de sus productos y el respaldo en el acceso a los canales de comercialización de productos de consumo masivo con gran penetración en el mercado y alcance nacional.

 
Estas acciones redundarán en “un mayor grado de reconocimiento y acceso a estos productos por parte de los consumidores”, una “diversificación de la oferta en su beneficio” y una “desconcentración de los grupos económicos predominantes en las diversas cadenas de valor”, dice la resolución.

 
Otro beneficio, añade el Programa, será “una disminución de la brecha que comúnmente separa las condiciones de venta de los productos de las economías regionales, de aquellos distribuidos y comercializados por las grandes empresas”.

 
Según Comercio, la puesta en marcha de políticas que promuevan el consumo interno de productos regionales argentinos “estimula el crecimiento y desarrollo de las Pymes y la generación de mano de obra en los lugares de origen de la producción”.
Alienta, asimismo, “la expansión de alternativas productivas y comerciales y el desarrollo territorial equilibrado, sostenible y con inclusión social de las economías periféricas”.

 
Al promover el consumo de productos regionales “se enriquece y difunde la diversidad cultural; se jerarquizan y transmiten las prácticas y procedimientos autóctonos y artesanales; y se impulsa el reconocimiento de regiones y lugares muchas veces relegados en la consideración de los consumidores”, concluye la medida.

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