Para estar prevenidos frente a cualquier imprevisto que pueda surgir, una excelente opción es contratar el mejor seguro de hogar. Para esto, deberemos evaluar las diferentes ofertas y analizar cuál se adecua mejor a nuestras necesidades.
¿Qué es un seguro de hogar?
Este tipo de seguros se encargan de cubrir o respaldar económicamente a quien lo contrate, frente a imprevistos que puedan causar daño o destrucción de sus hogares o de los objetos que se encuentran dentro.
Son muchos los factores que pueden generar estas situaciones desfavorables: incendios, inundaciones, explosiones, etc. Frente a esto, la mejor alternativa es estar cubiertos y contar con la presencia de un seguro que permita reducir el impacto de los daños.
¿Cómo contratarlo?
Para contratar un seguro de hogar, el primer paso es contactarse con la aseguradora. Allí se detallarán los diferentes planes que pueden contratarse, indicando de manera pormenorizada qué cubre y qué no, cada tipo de seguro.
En segundo lugar, la persona que desee contratar el seguro elegirá el más adecuado según sus necesidades y posibilidades.
Por último, el asegurado contrata la póliza, por el que pagará un abono mensual, quedando así respaldado económicamente frente a cualquier tipo de imprevistos. Cada seguro, como mencionamos anteriormente, cubre diferentes tipos de daños y objetos perjudicados.
Tipos de seguros de hogar
Existen algunos tipos de seguro de hogar diferentes, que se adaptan a las necesidades de cada usuario, brindando la cobertura necesaria en cada caso. Entre los seguros de hogar más populares, o mejor dicho, más contratados se encuentran los siguientes:
- Estándar o básico
- Contra todo riesgo
- De responsabilidad civil
- Contra incendios
- Contra daños de agua
- Con cámaras
Existen más opciones, pero esas son las más utilizadas por las personas que los adquieren. Además, los seguros contra incendios o daños por agua, por lo general se encuentran incluidos dentro de los planes de seguro de hogar contra todo riesgo.
· Seguros estándar
Los seguros de hogar de planes estándar, ofrecen por lo general la cobertura frente a daños causados al interior del hogar, en los objetos que se encuentran allí. Este tipo de seguros, si bien pueden ser contratados por cualquier persona, son ideales para inquilinos.
Los inquilinos pueden contratar un seguro de hogar estándar para proteger sus pertenencias de posibles daños que puedan generarse en el interior del hogar.
· Seguros contra todo riesgo
Estos seguros son de los más completos que pueden encontrarse en las aseguradoras. Por lo general, cubren todo tipo de daños, incluidos daño por incendio o por agua. Estos planes son ideales para ser contratados por propietarios, ya que abarca más que los seguros estándar, protegiendo la totalidad de la propiedad.
· Seguros de responsabilidad civil
Estos seguros están pensados para cubrir económicamente el daño que pueda generarse a terceros a partir de un infortunio generado en el hogar. Así, por ejemplo, si algún vecino padece una consecuencia de un daño generado en el hogar del asegurado, la empresa aseguradora responderá también frente a ese vecino.
· Seguros con cámaras
Estos seguros cuentan con el agregado de cámaras de seguridad, que permite al propietario o inquilino de la propiedad visualizar lo que ocurre en los alrededores del perímetro. Estos seguros brindan mayor seguridad y protección a quien lo contrate, ya que, en caso de ser necesario, puede tomar medidas, como llamar a la policía, para evitar los daños o pérdidas materiales.
La importancia del seguro
Contar con un seguro de hogar es muy importante para reducir el impacto de posibles eventos desafortunados. Si un incendio consume algunos de los objetos de la propiedad, o el agua los arruina, o hasta bajones de tensión, contar con un seguro brindará la posibilidad de reponerlos sin generar deudas.
Es fundamental que cada persona pueda elegir el seguro de hogar ideal para su casa, evitando así grandes pérdidas materiales frente a posibles inconvenientes que puedan surgir.
Contar con la seguridad en nuestros hogares, es un bien que no tiene precio.
