La vicepresidenta Cristina Kirchner acompañó al ministro de Economía, Sergio Massa, en su primer acto público como precandidato presidencial de Unión por la Patria y reveló detalles sobre el dramático cierre de listas.
«Para ganar hay que apostar», sostuvo la titular del Senado, que señaló que «era necesaria una lista de unidad» en medio de las dificultades económicas del país a partir del acuerdo con el FMI.
Además, aclaró que si el escenario era de PASO «Wado de Pedro hubiera sido» su candidato en la interna.
«Ni con una 45 en la cabeza» lo hubiera llamado a Daniel Scioli para bajarlo de su candidatura, en la previa a que se negociara un candidato único.
«Para ganar hay que apostar», sostuvo la titular del Senado, que señaló que «era necesaria una lista de unidad» en medio de las dificultades económicas del país a partir del acuerdo con el FMI. Además, aclaró que si se mantenía el escenario de PASO que impulsaba el presidente Alberto Fernández, «Wado» de Pedro hubiera sido» su candidato en la interna, de quien además destacó que se bajó para ubicarse «donde el proyecto pide».
No obstante, remarcó que su postura era la de «una lista de unidad», como terminó sucediendo más allá de la que presentó Juan Grabois, iniciativa que a su parecer era la que mejor leía el contexto político del país.
Al respecto, recordó que el peronismo viene de sufrir hace dos años «la derrota parlamentaria más importante de su historia». «Perdimos la mayoría y perdimos el quórum del Senado…si la solución era pelarnos entre nosotros…», insistió para cuestionar el reclamo de las PASO de Alberto Fernández.
«El Presidente se abanderó en hacer PASO cuando era necesario hacer una compresión de texto del momento político en el que uno está. Había 15 gobernadores que habían pedido una lista de unidad, la CGT también había sacado un documento pidiendo lo mismo», señaló.
También comentó que «ni con una 45 en la cabeza» lo hubiera llamado a Daniel Scioli para bajarlo de su candidatura, en la previa a que se negociara un candidato único.
«Anoche hablé con Daniel Scioli, con quien siempre tuve una relación de respeto mutuo, tuvimos una charla excelente, algunas cosas que me dijo salieron publicadas en los diarios de hoy, así que ni lo digo», sostuvo.
Más al comienzo de su mensaje, la ex mandataria pidió que se impulse «una Ley de Negacionismo, que la Argentina necesita y que no era necesaria hasta 2015 cuando empezó a verse gente que niega lo que ha pasado (en la última dictadura), una tarea que comenzó con apoyo mediático», según sostuvo.
Previamente habló Massa, quien dio unas palabras más dirigidas al motivo del acto y con menos pronunciamientos político-electorales, ya que de esto último sólo sostuvo que estará en los «próximos meses recorriendo la Argentina»como candidato a suceder a Fernández.
En su discurso, el titular del Palacio de Haciendo dijo que iniciativas como la recuperación de este avión utilizado por la última dictadura militar ayuda a «consolidar la idea de verdad y seguir recorriendo el camino de la Justicia» sobre lo ocurrido en aquellos años.
Apuntó también a la oposición, al considerar que «la idea del negacionismo, la violencia en la política como mecanismo de resolución de conflictos rememora el pasado más oscuro de la Argentina». «Trayendo el avión estamos contribuyendo a la memoria, a impedir derribar la Argentina de derechos», insistió.
Participaron del acto el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla; y referentes del oficialismo como el candidato a Vicepresidente y actual jefe de Gabinete, Agustín Rossi, el gobernador Kicillof; Eduardo de Pedro; Jorge Taiana; Juan Manuel Olmos y Carlos Zannini, entre otros.
Por los organismos de derechos humanos estuvieron Estela de Carlotto y «Tati» Almeida, además de las hijas de las detenidas-desaparecidas integrantes de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor y Esther Ballestrino de Careaga.
A partir de las planillas de vuelo, se comprobó que el avión fue utilizado el 14 de diciembre de 1977 por los militares para los denominados «vuelos de la muerte», que consistía en arrojar al mar a las víctimas de la Iglesia de la Santa Cruz, entre quienes estaban Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco, integrantes de Madres de Plaza de Mayo.
Tras el pedido de los familiares de las víctimas en noviembre pasado, el Ministerio de Economía compró la nave y organizó su traslado desde Estados Unidos. El avión será emplazado en el predio de la ex ESMA, donde «servirá como aporte para la construcción de la Memoria sobre el terrorismo de Estado», explicó Cristina Kirchner en Twitter.