Todos los caminos conducen a Roma, o mejor dicho al PRO. Nuevas revelaciones en torno al intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Kirchner desnudan una vez más los presuntos vínculos entre la política y el hecho ocurrido el 1° de septiembre en Recoleta.
Un asesor de la Cámara de Diputados le envió un mensaje al diputado Marcos Cleri, del Frente de Todos, minutos después del ataque contra la vicepresidenta. En ese mensaje le contaba que el 30 de agosto (dos días antes) vio al diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman, mano derecha de Patricia Bullrich, reunido con dos mujeres en Casablanca, una mítica confitería ubicada en la esquina de Avenida Rivadavia y Riobamba, a metros del Congreso. Allí, le escuchó realizar comentarios que podrían tener una vinculación con el ataque.
«Marcos, ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba Milmann (sic) con dos pibas y graciosamente decía cuando la maten, yo estoy camino a la Costa. Y se mataban de risa», fue el mensaje que le envió el testigo reservado a Cleri.
«Están las cámaras que no me dejan mentir. ¡Hijo de puta, lo escuché! Creéme, estoy temblando», le dijo en otra serie de mensajes.
El conductor de Minuto Uno (C5N), Gustavo Sylvestre, precisó que el testigo declaró en sede judicial y “todo está en el expediente«.
Efectivamente, el diputado Milman viajó a Pinamar el día 31 de agosto. En su cuenta de Instagram, se lo puede ver en una foto junto al intendente local, Martín Yeza.
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