Luego que se conociera la noticia que la senadora Carolina Losada, -ferviente crítica de las contrataciones de familiares, amigos y no tanto en el Estado-, contrató a su propia hermana Georgina Losada, pieza fundamental en su “carrera política” ya que fue la quién la convenció para que diera el paso de volcarse a esta actividad, y ahora le agradece con un cargo por el que cobrará medio millón de pesos mensuales, Carolina justificó esta contratación afirmando que su hermana es licenciada en Relaciones Internacionales y le falta poco para recibirse de abogada.

Incomprensible justificación en virtud que pocos meses atrás, la propia Carolina sostuvo ante el blanqueo de empleados en el Congreso: “Ellos (por el oficialismo) van a decir que son empleados que ya trabajaban, pero es pasar empleados a planta permanente. No me sorprende esto del kirchnerismo, es una forma de robarle a la gente, agrandando el Estado”.

Pues bien, es ahora Carolina quién decide robarle al Estado contratando a «la casi abogada» y hermana Georgina Losada en planta transitoria con la categoría más alta y el sueldazo correspondiente en la Cámara Alta. Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.

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