No es ningún secreto que la vicepresidenta Cristina Kirchner estaba en desacuerdo en suscribir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que propuso el ministro de Economía Martín Guzman. Si bien ella no se refirió al tema durante la discusión del entendimiento, prefirió llamarse al silencio y no vilipendiar la estrategia del presidente Alberto Fernández, la actitud de su hijo y expresidente del bloque de diputados, Máximo Kirchner despejo cualquier duda. El kirchnerismo duro no quería saber nada con volver a caer en las injerencias del organismo multilateral y defender la soberanía económica, política y social del gobierno.
Tras los graves incidentes que se registraron en la protesta contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la vicepresidenta Cristina Kirchner mostró los destrozos que provocaron las pedradas en su despacho y lamentó que sintió «otra vez… inmensa pena».
El video, que describe los destrozos que sufrió el despacho de la presidenta del Senado, con sutileza se refiere a «las manifestaciones contra el programa del Fondo Monetario», una forma sutil (o no tanto) de expresar su total desacuerdo con el proyecto.
La titular del Senado contó a través de un video publicado en redes sociales que al momento del ataque se encontraba allí con su hijo y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner; y los senadores nacionales Anabel Fernández Sagasti y Oscar Parrilli.
Con imágenes de los daños que dejaron las agresiones en su despacho, la ex presidenta indicó que «un pequeño grupo de manifestantes inició una intensa pedrada contra el Congreso» en medio de la movilización. «Las imágenes que ahora estás viendo son las de mi despacho después de las piedras», explicó.
«Paradójicamente fue mi despacho el que atacaron. El despacho de quien hizo frente a los Fondos Buitres, quien mantuvo fuera del país al Fondo Monetario Internacional (FMI), cumpliendo el legado de mi compañero, Néstor Kirchner, y que además construyó con su decisión el Frente de Todos, que permitió derrotar a Mauricio Macri. Paradójicamente, o intencionalmente…», agregó.
Y continuó: «Siempre fui y seré una militante política. Me tocó ver, desde la recuperación de la democracia, en 1983, escenas de violencia siempre vinculadas a ese organismo y sobre todo a las políticas que imponía a los distintos gobiernos. Hoy como nunca, recordé las palabras de Néstor respecto del Fondo Monetario Internacional cuando decía `siempre actuó como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino´. Otra vez… inmensa pena».