La ofensiva lanzada hoy por Rusia contra Ucrania desató una ola de condenas en el mundo y promesas de sanciones contra Moscú, y el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que la guerra «injustificada» acarreará consecuencias «catastróficas».

El presidente ruso, Vladimir Putin, «ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano», dijo Biden en un comunicado escrito emitido por la Casa Blanca.

El mandatario estadounidense agregó que «Rusia sola es responsable de la muerte y la destrucción que este ataque provocará», y que «el mundo hará responsable a Rusia».

El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó a Putin de «dictador» y condenó los «horrendos acontecimientos en Ucrania» que se traducirán en «derramamiento de sangre y destrucción».

Johnson advirtió que los países occidentales impondrán sanciones «masivas» contra la economía de Rusia, en respuesta a la invasión.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, también prometió sanciones inminentes contra Rusia por su ataque a Ucrania, que calificó de «punto de inflexión» en la historia de Europa.

Macron dijo desde la sede de la Presidencia en París que las sanciones del G7, la Unión Europea (UE) y la OTAN «estarán a la altura» del «acto de guerra» de Rusia contra Ucrania.

Las penalidades afectarán también al sector de la energía, dijo.

El jefe de Gobierno alemán, el canciller federal Olaf Scholz, condenó el ataque ruso contra Ucrania, habló de «un día oscuro para Europa» y prometió «solidaridad total» con Kiev.

En una declaración en la sede del Gobierno en Berlín, el socialdemócrata Scholz dijo que nuevas sanciones que serán impuestas a Rusia por Alemania y sus aliados mostrarán que el «Putin ha cometido un serio error con esta guerra».

El secretario general de la ONU, António Guterres, tras una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad dijo que la ofensiva rusa «debe parar ya».

Guterres imploró a Putin que «en nombre de la humanidad, lleve de vuelta las tropas a Rusia», tras afirmar que este es «el día más triste» que ha tenido al frente de la ONU.

La Unión Europea (UE), por su parte, condenó con fuerza el ataque «injustificado de Rusia en Ucrania».

«En estas horas oscuras, nuestros pensamientos están con Ucrania y las mujeres, hombres y niños inocentes que enfrentan este ataque no provocado y temen por sus vidas», declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, denunció el «ataque irresponsable y no provocado» de Rusia contra Ucrania, y alertó que ponía «incontables vidas en riesgo».

Stoltenberg dijo que la OTAN no enviará tropas a defender a Ucrania, pero anunció haber activado sus «planes de defensa» en las naciones que la rodean y que mañana realizará una cumbre virtual de emergencia a raíz de la ofensiva militar rusa.

La activación de esos planes concede autoridad a los comandos militares a movilizar tropas y recursos con más rapidez, «dentro de guías políticas previamente definidas».

Esto permite la relocalización de fuerzas de la respuesta rápida de la OTAN, estimada en más de 40.000 soldados, en el espacio comprendido por los países de la alianza militar, que no incluye a Ucrania pero sí a varios países fronterizos con ella y con Rusia.

Por su parte, el jefe del Gobierno italiano, el primer ministro Mario Draghi, pidió que Rusia «retire sus fuerzas de las fronteras de Ucrania de forma incondicional».

«Le pedimos al presidente Putin que ponga fin inmediatamente al derramamiento de sangre y que retire sus fuerzas militares de las fronteras de Ucrania de modo incondicional», planteó Draghi en conferencia de prensa en Roma.

Desmarcándose de la mayoría de las reacciones, el canciller chino, Wang Yi, dijo que Beijing «comprende las preocupaciones razonables de Rusia en materia de seguridad», en charla telefónica con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.

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