El Gobierno de Rusia informó hoy que creará nuevas bases militares en el oeste del país, como «contramedida adecuada» a la expansión de la OTAN, luego de que Suecia y Finlandia -tras décadas de no alineamiento militar- decidieron solicitar su adhesión a la alianza atlántica, pese a las advertencias del Kremlin.

«Nuestros vecinos más cercanos, Finlandia y Suecia, solicitaron unirse a la OTAN. Por lo tanto, la tensión continúa creciendo en el área de responsabilidad del Distrito Militar Occidental», dijo el ministro de Defensa Serguei Shoigu, citado por la agencia de noticias AFP.

«Estamos tomando las contramedidas adecuadas. Bajo estas condiciones, estamos mejorando activamente la composición de combate de las tropas«, agregó el ministro.

Entre las contramedidas decididas por el Kremlin, Shoigu detalló que para fin de año, «se formarán 12 unidades y subunidades militares en el Distrito Militar Occidental», según dijo en una reunión de la junta directiva del Ministerio de Defensa ruso.

Shoigu informó además que este año las tropas rusas recibirán más de 2.000 armas modernas y equipos militares.

Según el funcionario, la situación en el flanco estratégico occidental «se caracteriza por un aumento de las amenazas militares cerca de las fronteras rusas», entre las que citó la intensidad de los vuelos de la aviación estratégica estadounidense en Europa, que se multiplicó por 15 -desde tres a 45 al año-, y las visitas de buques estadounidenses con misiles guiados al mar Báltico, que se han vuelto sistemáticas.

Recordó que en este momento, Estados Unidos y la OTAN están llevando a cabo los ejercicios Defensor de Europa cerca de las fronteras de Rusia y Bielorrusia «con la participación de hasta 40.000 militares de 30 países del bloque».

El ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN recibió ayer el firme respaldo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien aseguró que ambas naciones cumplen «todos los requisitos», pero tropezó con la negativa de Turquía, cuyo presidente Recep Tayyip Erdogan insiste por ahora en bloquearlas por considerar que ambas naciones albergan «terroristas» kurdos.

Turquía integra la organización y por lo tanto posee derecho de veto contra cualquier ampliación.

Hoy, Erdogan inició una ronda de contactos que incluye al menos a líderes de Finlandia, Países Bajos y Reino Unido, en un aparente intento por desbloquear el tema.

El mandatario explicó que ya habló con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, y mañana tiene charlas pendientes con autoridades finlandesas y británicas, sin entrar en más detalles.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ya confirmó ayer contactos con Turquía para desbloquear la adhesión de Suecia y Finlandia.

El principal cuestionamiento de Erdogan se vincula a una supuesta permisividad de esas naciones nórdicas hacia organizaciones que Ankara considera «terroristas», como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG)

El Gobierno de Suecia, sin embargo, calificó de «desinformación» la relación a la que alude Erdogan entre el país nórdico y el PKK.

«Debido a la gran dispersión de desinformación sobre Suecia y el PKK, quiero recordar que el Gobierno de Olof Palme fue el primero tras el turco en declarar al PKK como organización terrorista en 1984«, dijo la canciller sueca, Ann Linde, en un mensaje en Twitter.

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