La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró este viernes, al reclamar la nulidad de la causa del Memorándum con Irán, que esa investigación es «un disparate judicial, institucional y político», al tiempo que apuntó contra el ex mandatario Mauricio Macri por la «persecución» judicial en su contra entre 2015 y 2019.
Así se expresó durante la audiencia en la que el Tribunal Oral Federal 8 trata los planteos de nulidad de la causa del Memorándum de Entendimiento entre la Argentina e Irán, que la tiene como acusada por supuesto encubrimiento de ese país en el atentado a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994.
La vicepresidenta explicó que el Memorándum con Irán «tenía un único objetivo: que los acusados de haber sido los autores ideológicos de la AMIA pudieran ser indagados por el juez».
Pero sostuvo que pese a esa intención, «jamás entró en vigencia porque Irán -que según el fiscal Alberto Nisman era la favorecida-, jamás en su parlamento aprobó ese memorando».
Durante su exposición, señaló que en la causa se intentó desde el Poder Judicial «poner a un tribunal oral a dedo» para juzgarla.
«No íbamos a tener jueces naturales. Esto afortunadamente fue abortado por la Corte, en una acordada frente a lo que iba a constituir uno de los mayores escándalos judiciales de los que se tenga memoria», enfatizó la titular del Senado.
A la vez, denunció que todas sus causas judiciales «les tocaban a (Claudio) Bonadio y (Julián) Ercolini» en primera instancia y «si algo se les escapaba», les llegaba en la Cámara de Casación a los magistrados Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.
«Si a Bonadio y Ercolini se les escapaba algo, me estaban esperando en Casación Hornos y Borinsky para darme lo que, según ellos, me merecía», subrayó Cristina Kirchner.
Recordó que los camaristas de Casación Gustavo Hornos y Mariano Borinsky “se habían declarado incompetentes en todas las causas vinculadas con la AMIA porque habían tenido algún grado de participación” en las instancias anteriores.
“Se habían excusado por decoro, delicadeza y no sé qué otra palabra. Acá no, porque acá estaba Cristina, y no había excusación posible. Había que ir contra ella”, embistió durante la audiencia, a la que se conectó vía Zoom desde su oficina en el Senado.