El Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) denunció este martes que el Gobierno porteño pone en riesgo la salud de la primera infancia con la imposición de un protocolo de imposible aplicación para la apertura de instituciones educativas de niel inicial.
«Una vez más estamos frente a una decisión inconsulta y unilateral del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que en esta ocasión consideramos que pone en riesgo a lo más sagrado de un pueblo, a la primera Infancia», denunciaron.
El viernes pasado el Ministerio de Educación de la Ciudad, a través de la DGEGP, difundió un protocolo para la apertura de instituciones educativas de nivel inicial habilitando la revinculación de los niños y niñas de salas de cinco años. Con motivo de esto, SADOP solicitó una reunión con las autoridades de la Dirección General de Educación de Gestión Privada (DGEGP), que se concretó ayer. De la reunión participaron Alejandra López, Secretaria General de SADOP Capital, Fidel Aguilar, Secretario Gremial de SADOP Capital, Constancia Ortíz , Directora de la DGEGP y Ezequiel Bramajo , Jefe de Gabinete de la DGEGP.
En primer lugar desde SADOP Capital plantearon nuevamente su posición de volver a la presencialidad, pero consideraron que «no están dadas las condiciones sanitarias ni epidemiológicas y que llegado el caso es fundamental construir con todos los actores de la comunidad educativa un protocolo seguro y que garantice el cuidado de la salud de todos y todas». En el caso del nivel inicial la situación es aún peor debido a la naturaleza de este nivel educativo. Analizando el protocolo, observaron que parece redactado por funcionarios que desconocen absolutamente el funcionamiento de una escuela infantil o de una sala de cinco años, donde el cuidado y el respeto de la distancia de dos metros es realmente imposible de sostener.
Según evaluaron, el protocolo elaborado por el Ministerio descansa sobre un posibilismo absoluto, especialmente en el sostenimiento de la distancia entre estudiantes y docentes, pero también en el uso del tapaboca. Este punto -explicaron- merece una mención aparte, ya que los niveles de autonomía en niñas y niños de cinco años son muy heterogéneos para que cada uno pueda ponerse y sacarse el tapaboca. La pregunta que se hacen los docentes es, qué va a pasar cuando un niño no pueda colocarse el barbijo ¿por quién será asistido? ¿Cómo se sostiene el distanciamiento de dos metros?
Por otro lado, llevamos a las autoridades de la DGEGP nuestro planteo histórico referido a la incorporación progresiva del nivel inicial a la enseñanza oficial, a lo cual la DGEGP respondió que nos podríamos poner a trabajar en esta cuestión convocando a un espacio tripartito, conformado por el Estado, los empleadores y el SADOP Capital.
Para los y las docentes privados de la ciudad, está claro que con este tipo de protocolos, el gobierno de la ciudad acelera los tiempos para mostrar en los medios que volvieron las escuelas infantiles, pero nunca se apuró en asistir a estas instituciones educativas, que están atravesando una gran crisis financiera que pone en riesgo los puestos de trabajo de las y los docentes.
Otra vez, el apuro y el marketing político, le ganan a las políticas públicas del cuidado de la salud, ya no sólo de la comunidad educativa, sino de todos los vecinos y vecinas de nuestra Ciudad.
«Le queremos decir al Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que hay escuelas de nivel inicial que, más allá de su apuro, hoy no van a poder abrir porque tuvieron que cerrar sus puertas definitivamente».
Responsabilizaron exclusivamente a la ciudad que no llevó adelante ningún tipo de programa real y efectivo para el sostenimiento de los puestos de trabajo.
Finalmente, explicitaron que van estar muy atentos y monitoreando permanentemente el comportamiento de los y las empleadoras de los jardines de infantes. «No vamos a permitir ningún tipo de extorsión ni abusos que escudados en este protocolo, ponga en riesgo la salud y las condiciones laborales de nuestras compañeros y compañeros».